MADRID, España.- Argentina y España profundizaron su crisis diplomática tras la decisión del gobierno de Pedro Sánchez de retirar definitivamente a la embajadora en Buenos Aires, medida que el presidente, Javier Milei, anunció que no hará recíproca. “Es un disparate propio de un socialista fatalmente arrogante”, dijo Milei ayer al canal LN+ sobre el retiro de la embajadora.

El retiro fue anunciado ayer por el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares. “No existen precedentes de un jefe de Estado que acuda a la capital de otro país para insultar a sus instituciones y hacer una injerencia flagrante en los asuntos internos”, dijo Albares.

El cruce diplomático fue elevando el tono en las últimas semanas, hasta que Milei trató de corrupta a Begoña Gómez, esposa de Sánchez, durante un acto de la ultraderecha en España. En respuesta, Sánchez exigió una disculpa y el gobierno argentino dijo que no las pedirá, por lo que Madrid retiró a su embajadora en Buenos Aires.

Lejos de desescalar, Milei acusó al gobernante español de “perverso”, anunció que volverá a España en un mes, llamó “cobarde” a Sánchez y dijo que tiene complejo de inferioridad debido a que él (Milei) es más popular.

Milei ya tuvo enfrentamientos con los mandatarios de Colombia, Venezuela y México, pero este es el más grave. En sus casi seis meses de gobierno, el presidente que se autodenomina “anarcocapitalista”, pero que en las noticias europeas señalan como “ultraderechista”, ha vilipendiado a casi todos los líderes de izquierda de la región: calificó a su homólogo colombiano, Gustavo Petro, de “asesino” y “terrorista” y dijo que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, era un “ignorante”. La verborragia presidencial derivó en que Bogotá llamara a consultas a sus embajador. López Obrador decidió ignorarlo.

El blanco preferido de Milei, y su némesis, es Nicolás Maduro, el gobernante venezolano amparado por sectores de la izquierda con el que intercambia insultos como “nazi” y “dictador”.

Esto sin contar lo que ha dicho Milei de otros líderes cuando aún era candidato, o antes incluso de postular a la presidencia: al papa Francisco lo llamó “representante del maligno en la Tierra” y al presidente de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva, “zurdo salvaje”.

Desde que asumió en diciembre, no ha vuelto a insultar públicamente al líder del gigante latinoamericano y primer socio comercial de Argentina; también se disculpó con el Papa y lo abrazó al visitarlo en febrero en Roma.

Primero lo ideológico

Milei encarna “el tipo de liderazgo típico de estas derechas ultra”, analizó Sergio Morresi, doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de San Pablo, entrevistado por la agencia AFP. “Suelen privilegiar su agenda ideológica sobre cuestiones de interés geopolítico”, agregó.

Según el politólogo argentino Rosendo Fraga, el incidente diplomático “forma parte de la estrategia política internacional” de Milei. “No se trata de un ‘error no forzado’, sino de un capítulo en una estrategia meditada tendiente a ubicar al presidente argentino en el centro de la ‘ultraderecha’ que está creciendo en el mundo occidental”, estimó.

Alejandro Rascovan, profesor de Seguridad Internacional de la Universidad de San Martín definió la política exterior del gobierno como “caótica”: “Prioriza los vínculos políticos y personales del presidente y no parece haber una política de Estado detrás”.

En cinco meses, Milei ha viajado seis veces fuera del país, tres a Estados Unidos, su norte geopolítico. También respondió al llamado espiritual de las religiones judía y católica con visitas a Israel y el Vaticano.

En Estados Unidos se reunió dos veces con el magnate Elon Musk, recibió una condecoración de una comunidad ortodoxa judía y se encontró con el ex presidente Donald Trump.

Para consumar ese encuentro de un minuto y medio, sin agenda institucional, el Estado argentino, a través de la Secretaría General de la Presidencia, desembolsó casi $ 38 millones, según un pedido de información pública que hizo el medio digital “Letra P” . Su último viaje a España, el pasado fin de semana, tenía como fin disertar en una convención del partido español ultraderechista Vox, donde fue acogido como una estrella de rock.

Advertencia de aliados

En medio de la crisis, Milei ratificó que volverá a Madrid, donde el 21 de junio recibirá un premio de un instituto liberal. “Veremos si su gran complejo de inferioridad le permite que los liberales españoles puedan galardonarme en persona”, escribió en la red X, en desafío a Sánchez.

La canciller Diana Mondino, buscó bajar el tono a la cuestión definiéndola como “una anécdota” y asegurando que no debería afectar el vínculo bilateral.

Sin embargo, en el Congreso argentino, el bloque de diputados aliados al oficialismo Hacemos Coalición Federal exigió “mesura y templanza” al presidente. “Ha generado constantes crisis diplomáticas por su sesgo ideológico, por su fanatismo intolerante”, sostuvieron los legisladores.

¿Gobierno aislado?

“Esta crisis diplomática entre Argentina y España no tiene antecedentes”, acusó el ex canciller argentino Santiago Cafiero.

“Esto va a ralentizar los programas de inversión, porque los inversores buscan que existan reglas claras y cierto ordenamiento de la relación entre países”, agregó.

El ex ministro alertó además que Buenos Aires tiene más que perder que Madrid, que es su segundo inversor extranjero, y este episodio puede tener consecuencias en materia de cooperación y en foros donde España tiene voto y una posición importante, como el Fondo Monetario Internacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y el Banco Interamericano de Desarrollo.