Pasaron más de 200 días desde el inicio de la gestión de Osvaldo Jaldo y ayer finalmente el gobernador cumplió con una de las promesas políticas que realizó luego de resultar electo: designar al radical José Ricardo Ascárate al frente del Ente Único de Control y Regulación de los Servicios Públicos Provinciales de Tucumán (Ersept). A través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), nombró al hasta ayer secretario de Energía como interventor del organismo hasta el 28 octubre de 2027, último día de la actual gestión de Gobierno.

El DNU 4/1 fue firmado ayer por el titular del Poder Ejecutivo y por todo su Gabinete. En él se plasma la sustitución de dos de los artículos del DNU 3/1 de intervención del ente, del 15 de marzo, que fue ratificado posteriormente por la Legislatura mediante la Ley 9.755. En los considerandos se indicó que la intervención del Ente tiene carácter transitorio y que requiere de la “dedicación exclusiva de quien esté a cargo del organismo y de la ejecución de una planificación”, motivo por el cual era necesario extender la intervención más allá de los 120 días fijados inicialmente (el plazo vencía el 13 de julio de 2024). De ese modo, el gobernador decretó que el ministro de Economía y Producción, Daniel Abad, deje su cargo como interventor del Ersept (había sido designado en el DNU de marzo) y que sólo Ascárate esté en dicho cargo. Los cambios habrían sido notificados verbalmente a los protagonistas la semana pasada.

Además de las firmas de Jaldo y de Abad, el DNU 4/1 fue refrendado por ministros Santiago Yanotti (Obras y Servicios Públicos); Susana Montaldo (Educación); Eugenio Agüero Gamboa (Seguridad y a cargo de Salud Pública, transitoriamente por obligaciones de Luis Medina Ruiz fuera de la provincia); Regino Amado (Gobierno y Justicia); Federico Masso (Desarrollo Social); Darío Monteros (Interior); y el secretario General de la Gobernación, Federico Nazur.

A través de otro decreto, se requirió que Ascárate cese como titular de la Secretaría de Energía. Según trascendió, no quedaba claro si se designaría a otro funcionario en dicho puesto o si la cartera podría sufrir el “efecto motosierra” para reducir gastos en el Poder Ejecutivo.

Paso por la Legislatura

En el documento se indicó también que si bien la medida involucra una atribución de la Legislatura, “la urgencia que requiere la protección de los derechos de los usuarios de los servicios públicos provinciales -en especial del servicio de distribución eléctrica- en todo el territorio provincial y el carácter de esencial de ellos para todos los tucumanos  justifican los extremos que habilitan el dictado de una medida excepcional”.

La Cámara que encabeza el vicegobernador Miguel Acevedo fue notificada a media mañana de los cambios. Al tratarse de un DNU, corresponde que la Legislatura se expida al respecto. En caso de no hacerlo, su contenido adquirirá fuerza de ley a partir de la fecha en que fue dictado, según establece la Constitución de la Provincia (artículo 101). Dado que el oficialismo cuenta con mayoría, se desestima un posible rechazo.

Fallas y cambios

A mediados de marzo, en medio de un clima de malestar social por fallas en el servicio de electricidad, Jaldo decretó la intervención del Ersept. Los desperfectos que se produjeron en la línea de 132 kilovolt que conecta a Estática Sur de calle Ayacucho con la Central Transformadora Sarmiento determinaron la salida abrupta del directorio del Ente, que era encabezado por el talitense Luis Morghenstein. Por otra parte, el gobernador solicitó a la Legislatura que se conforme una comisión bipoderes para que sea puesto bajo análisis el contrato que la Empresa de Distribución Eléctrica de Tucumán (EDET) tiene con la Provincia. Hasta aquí no se informaron novedades sobre este tema.

El propio Ascárate reveló a fines de octubre de 2023 que el ofrecimiento del tranqueño llegó luego de los comicios provinciales, en principio para integrar el Ente Único Regulador de Servicios Públicos de Tucumán (Ersept). Debido a que los mandatos del ente de contralor se encontraban vigentes, dijo que aceptó el desafío de crear una Secretaría de Energía para el aprovechamiento de las energías renovables, algo que no poseía la provincia. La designación provocó cuestionamientos en la Unión Cívica Radical, lo que llevó a Ascárate a solicitar licencia en su cargo partidario.