Todo se torna difuso y pareciera que en nuestra mente existe una nebulosa que recorre de manera incómoda cada espacio de nuestra cabeza. La niebla mental es aquel malestar donde nuestro cerebro no encuentra el foco, la memoria tiene sus fallas y nos cuesta recordar. ¿Qué sucede con la niebla mental y cómo podemos encontrar en los alimentos la solución?

La niebla mental es un término más bien coloquial, que da nombre a la sensación donde nuestra cabeza parece sometida a una presión desorientadora, donde los procesos mentales se hacen más lentos y pesados. Así la memoria, la rapidez de reacción, la fluidez en el lenguaje, se vuelven más dificultosas y las funciones cognitivas que antes realizábamos con facilidad, ahora cuestan más.

La niebla mental, los síntomas de este malestar

La niebla mental presenta síntomas claros. Las preguntas frecuentes de sí apagué la hornalla, si cerré la puerta, si tomé los medicamentos, que se vuelven cada vez más cotidianas, son originadas por la dificultad para concentrarse, la confusión y la lentitud mental, la falta de claridad en los pensamientos, propias de la niebla mental.

“Somos lo que comemos” diría un refrán famoso que ilustra las soluciones a la niebla mental. Los alimentos pueden ayudar a despejar la nebulosa y colaborar a un pensamiento más claro, por ello debemos conocer cuáles son aquellos nutrientes que pueden ayudar a este propósito.

Los alimentos que pueden ayudar a despejar la niebla mental

- Las infalibles verduras verdes: Las verduras de hojas verde, como la espinaca o las acelgas están repletas de carotenoides como la luteína y la zeaxantina, antioxidantes que mejoran el procesamiento de la información visual, un proceso que nuestro cerebro le dedica mucho tiempo. Además estos nutrientes aumentan el flujo sanguíneo al cerebro y favorecen la flexibilidad cognitiva.

- Pescado azul: Los pescados contienen grandes cantidades de ácidos grasos poliinsaturados u omega - 3, que son grasas que conforman el 20% del peso seco de nuestro cerebro, por lo que es fundamental ingerirlas. Los ácidos grasos son esenciales para que las células se conecten y creen nuevas sinapsis, que son los puntos donde las neuronas se comunican entre sí para ejercer la función cognitiva diaria.

- Proteínas animales: Las proteínas forman moléculas llamadas aminoácidos, que son los componentes principales del cerebro, además del agua. Estos elementos son cruciales para nuestro cerebro ya que el cerebro los utiliza para producir y modular los neurotransmisores responsables de la regulación emocional y la función cognitiva general. Por ello es de suma importancia ingerir alimentos como carne roja, blanca y huevos.

- Deliciosos frutos rojos: Estos alimentos contienen polifenoles, compuestos prebióticos vegetales que alimentan las bacterias buenas del intestino y mantienen un microbioma sano y equilibrado. Este órgano al estar en constante comunicación con el cerebro gracias al sistema nervioso entérico (SNE) afecta casi directamente a la computadora central de nuestro cuerpo. Por ello al consumir alimentos que beneficien a nuestro intestino, también fortalecemos nuestra salud cerebral, reduciendo la inflamación del órgano más importante del cuerpo y favoreciendo la memoria y la capacidad de aprendizaje.