Al abrir el “Diagnóstico del Hábitat Infantil para un Desarrollo Sostenible”, lo primero que salta a la luz es el déficit que registra el Gran Tucumán entre los grandes aglomerados urbanos argentinos. “Está en una situación de muchas deficiencias, mas aún en el aspecto del medio ambiente. Vemos que siete de cada 10 chicos viven en condiciones insatisfactorias medioambientales”, afirma a LA GACETA Ianina Tuñón, Magister en Ciencias Sociales y una de las autoras del reporte elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).
Pero el déficit no se circunscribe tan sólo a esa cuestión. La socióloga revela, además, que cuatro de cada 10 niños y adolescentes tucumanos padecen de falta de agua, ya sea por la cantidad, la presión o la calidad del fluido. “Más preocupante es el acceso al gas natural, que está muy por encima del promedio de las grandes urbes, con un 77% de déficit en Tucumán”, observa.
Los problemas de la inseguridad para la infancia atraviesan toda la Argentina. Según la investigadora y docente de la UCA, la situación que viven los chicos y las chicas tucumanas son similares a las que padecen, por ejemplo, aquellos que residen en el Gran Buenos Aires o en el Gran Rosario.
En el caso tucumano, el déficit en vigilancia policial, entendido este concepto en el porcentaje de niños/as y adolescentes en barrios donde en la cuadra del hogar no hay efectivos o un patrullero que pase con frecuencia, es el más alto entre los grandes aglomerados urbanos del país, con un 73,1%. Sin embargo, la percepción de inseguridad nocturna en el barrio no es tan alta como en otros distritos (el Gran Córdoba lidera este capítulo, con un 91,2% y Tucumán está 10 puntos por debajo de esa medición). Mientras que la insatisfacción con la cantidad de policías en la cuadra es más elevada en el Gran Mendoza (92,9%).
En cuanto a los servicios, uno de cada 10 niños/as y adolescentes reside en viviendas que carecen de proximidad (un kilómetro de distancia en línea recta) en al menos cinco de los siguientes servicios: sucursal bancaria, dependencia policial, iglesia o templo o lugar de culto, centro de deportes o club, plaza o parque, farmacia, hospital o centro de salud y escuela o jardín. Tuñón, en ese aspecto, dice que en Tucumán afecta a dos de cada 10 niños. “Con todo esto se pone límites al proceso de sociabilización de la infancia, al no poder usar los espacios públicos, porque no están cerca de su vivienda o sencillamente por la inseguridad”, advierte la socióloga. “Así las cosas, sólo les queda el espacio escolar o su propio hogar como los únicos ámbitos en los que se pueden desarrollar. Y esto no debe ser así”, fundamenta. A su criterio, “todo esto se debe a décadas de desinversión en infraestructura básica, con un medio ambiente más contaminado, una cuestión que parece más exacerbada en el Gran Tucumán que en otros grandes centros urbanos del país”.