Para prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, la ciencia identificó la cúrcuma como un superalimento con propiedades extraordinarias.

Originaria de la planta Curcuma Longa, esta especia, además de mejorar la función hepática, ofrece una gama de beneficios para la salud que la convierten en un elemento invaluable en nuestra dieta diaria.

La curcumina: el secreto detrás de la cúrcuma

La cúrcuma debe su potencial terapéutico a un compuesto conocido como curcumina, que exhibe impresionantes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. 

Este compuesto es clave en la protección y el mantenimiento de la salud del cuerpo y la mente.

La cúrcuma no solo es un condimento en la cocina, sino un aliado poderoso en la prevención de enfermedades y el mantenimiento de una óptima salud cerebral y corporal. Introducir este superalimento en nuestra dieta diaria puede marcar la diferencia en nuestra calidad de vida a largo plazo.

Beneficios de la cúrcuma:

Protección del hígado y el estómago: la cúrcuma reduce la inflamación en el hígado y el tracto gastrointestinal, aliviando síntomas asociados con problemas hepáticos y gastrointestinales.

Mejora la salud del corazón: estudios sugieren que la cúrcuma puede reducir la inflamación del corazón, lo que podría ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Prevención de enfermedades neurodegenerativas: investigaciones indican que las propiedades antiinflamatorias de la cúrcuma pueden reducir la inflamación en el cerebro, disminuyendo así el riesgo de enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.

Refuerzo del sistema inmunológico: la cúrcuma fortalece las defensas del cuerpo, ayudando a prevenir infecciones causadas por virus, bacterias y hongos.

Alivio del dolor en huesos y articulaciones: sus propiedades antiinflamatorias la convierten en un excelente aliado para aliviar el dolor y mejorar la movilidad en casos de artritis y otros problemas óseos y articulares.

Receta de jugo antiinflamatorio de cúrcuma:

Ingredientes:

2 cucharaditas de cúrcuma en polvo.

2 o 3 centímetros de jengibre fresco.

1 limón.

1 naranja.

1 zanahoria.

1 manzana verde.

Una pizca de pimienta negra.

Preparación:

Pelar y cortar el jengibre en trozos pequeños.

Exprimir el jugo del limón y la naranja.

Cortar la manzana y la zanahoria en trozos.

Licuar todos los ingredientes junto con la pimienta negra.

Servir en un vaso y disfrutar.