“Vemos que en Argentina cuando se le pregunta a los directores sobre estos casos, uno de cada tres dice que tuvo que intervenir en situaciones de violencia”, advirtió Eugenia Orlicki, coordinadora de Transparencia y Relevamiento de Argentinos por la Educación, durante una entrevista con el canal de LA GACETA. La charla se dio en el marco de las peleas entre estudiantes que se produjeron en las últimas semanas en Tucumán.

La profesional también detalló que el diálogo en las escuelas es muy importante para detectar estos casos y que nuestra provincia, a comparación del resto del país, menos chicos indicaron haber sido prevenidos o informados sobre la violencia familiar. “En Tucumán el 35% por de los alumnos decía que los docentes les hablaron sobre el tema de la violencia, mientras que para la media nacional era el 44%”, precisó.

“Este es un rol muy importante de la escuela, trabajar siempre desde los años inferiores, desde la primaria para detectar estos casos. Obviamente que hay situaciones que exceden, pero a medida que los alumnos encuentren un espacio, un adulto que los escuche, que lo acompañe, se supone que las situaciones de violencia van a bajar”, sostuvo Orlicki.

La coordinadora destacó la importancia de prevenir a los chicos sobre la violencia, cómo cuidarse de los maltratos y cómo pedir ayuda.

Orlicki explicó que existe una curricula que incluye todo tipos de temas, pero que es fundamental saber aplicar esos conceptos y llevarlos a la práctica. “En todas las situaciones posibles el docente debe estar atento y tener dentro un manual para tratar estos temas con los alumnos”, subrayó.

“Del informe de los directores podemos percibir diferentes tipos de violencia. Si bien hay casos que ocurren dentro de la escuela, por lo general las situaciones de violencia parten desde la familia en la medida que muchas veces hay situaciones de violencia que después van escalando y a los adolescentes los afecta en su comportamiento hacia sus pares. Es importante cuando hay situaciones de violencia familiar que la escuela acompañe desde los primeros años”, señaló.

¿Cómo se interviene en casos así? Orlicki responde que: “en general varias provincias tienen un protocolo para situaciones de violencia extrema, después hay situaciones no tan extremas ante la cual se interviene trabajando con los padres o derivando la situación de del alumno a los equipos de orientación y acompañamiento”. En ese sentido, la edad a la que se interviene es un factor muy importante. “Siempre resaltamos la importancia de trabajar con los chicos desde los primeros años sobre violencia familiar. Es importante para poder torcer la tendencia de lo que después podrá verse en los grupos en la secundaria. Es importante ese rol de la escuela, no solo como agente de transmisión de contenido, sino también como detección temprana de estos problemas psicosociales en los que el adulto tiene que intervenir”, argumentó la coordinadora.

Contra la violencia de estudiantes

Orlicki subrayó la importancia de que el docente esté capacitado para saber cómo actuar en ese sentido, pero también que se lo provea de las herramientas necesarias y de que estén acompañados por los directores y equipos orientativos. “Debe ser un trabajo conjunto de la escuela”, remarcó. La capacitación debe ser constante. “Obviamente debe haber equipos muy preparados, pero en general siempre hay que seguir trabajando en la capacitación, en los protocolos, en el acompañamiento que tienen los docentes y en la importancia también de que el docente mire a los alumnos, los escuche y que se comprometa en el desarrollo emocional y social de sus estudiantes”, concluyó.