Días atrás, una médica hizo catarsis en Twitter sobre los "insólito" motivos de las consultas en una guardia. Un golpe sin heridas ni pérdida de consciencia, una uña caída, gripe y Diarrea de hace dos horas, enumeró la profesional y desató un interrogante en una red social: ¿cómo diferenciar si una dolencia merece atención urgente o no?

Por ejemplo, un usuario sugirió que “estaría bueno aclarar adónde hay que ir cuando estás enfermo” porque “el clínico te da turno a un mes”, a lo que preguntó “¿existe otro lugar?”. 

Otra usuaria respondió que en ese caso las opciones son: ir a consultorios de demanda espontánea, que existen en muchos hospitales y clínicas, o pagar una consulta particular. Si es un caso leve, se puede ir a la guardia entendiendo que “probablemente tengas que esperar”.

Cuándo es necesario ir a una guardia médica

Como guía, el Hospital Alemán elaboró una lista de malestares frecuentes y recomendaciones para identificar si ir a urgencias, a una guardia de demanda espontánea o sacar un turno con el médico de cabecera:

- Realizar un chequeo general o rehacer la orden de un estudio por estar vencida u otro motivo: si bien el profesional de la guardia puede tener acceso a las historias clínicas, los médicos de cabecera son los más idóneos para determinar qué chequeos deben realizarse.

- Mostrar los resultados de estudios indicados por el médico de cabecera: los médicos de guardia deben estar listos para recibir a pacientes cuya vida puede correr peligro. Es por esto que no podrán detenerse por mucho tiempo con pacientes de menor gravedad.

- Indigestión, exceso de comida, dolor menstrual, lesiones deportivas menores, erupciones en piel localizadas: muchas de estas dolencias o afecciones suelen aliviarse dentro de las 48 horas. Si pasó ese tiempo y el problema persiste o se agrava, corresponde acercarse a un centro de emergencias.

- Resfriado común, anginas, faringitis, laringitis: dolor de garganta, tos, mucosidad, febrícula o fiebre, congestión nasal se curan de forma espontánea. Si los síntomas se prolongan en el tiempo en personas con enfermedades previas (respiratorias o cardíacas) y/o aparecen otros síntomas (dificultad para respirar) acudir a urgencias o emergencias.

- Vómitos o diarreas: sólo cuando los síntomas son excesivos o se prolongan en el tiempo se debe recurrir a medicación, ya que ese cuadro puede derivar en deshidratación. Si surgen otros síntomas como cambio de coloración de la piel (amarillento) o síntomas urinarios también es recomendable acudir.