Recalentar comida en el microondas es una práctica habitual en muchos hogares y lugares de trabajo. Sin embargo, aunque pueda parecer una tarea sencilla, son numerosos los errores que podemos cometer al hacerlo, poniendo en riesgo nuestra salud y desperdiciando los nutrientes de los alimentos. Tanto el tiempo como la temperatura son clave en este proceso, y es fundamental conocer qué alimentos responden bien al recalentamiento y cuáles no.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), al recalentar alimentos previamente cocidos y refrigerados o descongelados, es esencial asegurarse de que todas las partes, incluyendo el centro, alcancen al menos 70°C durante un mínimo de 15 segundos. Este protocolo garantiza la eliminación de posibles bacterias y asegura la seguridad de los alimentos.

Alimentos que debemos evitar recalentar:

Espinacas y acelgas: 

Estas verduras de hoja pueden contener altas concentraciones de nitrato, que al recalentarse pueden convertirse en nitritos y posteriormente en nitrosaminas, sustancias potencialmente cancerígenas. Especialmente preocupante es el riesgo para los niños pequeños, ya que estas sustancias pueden interferir con el transporte de oxígeno en el torrente sanguíneo.

Huevos duros:

Recalentar huevos cocidos puede provocar la liberación de azufre de hidrógeno, causando un olor desagradable y alterando la textura del huevo. Además, existe el riesgo de que el huevo explote, representando un peligro para la seguridad.

Papas cocidas:

El recalentamiento de las papas en el microondas puede afectar su contenido de vitamina C y provocar cambios en su textura, volviéndolas granulosas. Es preferible consumirlas recién cocidas para aprovechar al máximo sus nutrientes y disfrutar de su mejor sabor y textura.

Arroz cocido:

La bacteria Bacillus cereus, presente en el arroz crudo, puede multiplicarse si el arroz cocido se deja a temperatura ambiente, aumentando el riesgo de intoxicación alimentaria. Es fundamental enfriar rápidamente el arroz sobrante y recalentarlo a una temperatura adecuada para evitar este riesgo.