Luego de darse a conocer la inflación de abril por debajo de las expectativas (8,8%), uno de los bancos más grandes de Estados Unidos, el JP Morgan, compartió un informe en el que vaticinó cómo evolucionará el Índice de Precios al Consumidor (IPC) este año en la Argentina.

Según el documento, se proyecta un índice promedio en torno al 5,5% mensual para el segundo semestre del año, igualmente adelanta que será traccionado por los atrasos en los aumentos de tarifas dispuestos por el Gobierno. De esta forma, el IPC cerraría el 2024 en 155%, lo que consolidaría el camino a la baja, aunque con la posibilidad de que la suba de precios se estanque levemente en valores entre el 3 y el 5% por mes.

La proyección del JP Morgan es un 52,7% inferior a la de su último informe, en el cual calculó una suba de precios total del 207,7% para todo el año. Ahora, espera un número aún mejor.

Sin embargo, el banco estadounidense advirtió por los precios regulados que generan inflación "reprimida", especialmente luego de que Luis Caputo decidiera postergar las subas de tarifas y naftas dispuestas para mayo a fin de regular su impacto en el IPC del mes vigente.

Para el mes de mayo la entidad prevé alrededor de un 5% de inflación: "Los datos de inflación de alta frecuencia muestran un IPC de los alimentos del 5,4% mensual hasta la segunda semana de mayo".

Pese a que el JP Morgan espera que la inflación siga bajando, marcó la importancia de aplicar subas sobre los precios regulados y exige "mayor claridad" para su actualización. Al respecto, la entidad sigue "estimando una inflación reprimida de cerca del 7% para realinear los precios relativos a los niveles observados en 2018. Esto es así porque "los precios de los servicios regulados siguen estando un 30% por debajo de los niveles observados en abril de 2018 (a precios constantes)".

Teniendo en cuenta nuevos ajustes sobre estos precios que pongan "al día" a los regulados es que el JP Morgan llega a proyectar un IPC del 155% para todo el año. Esto sería así siempre y cuando "se reanuden los ajustes tarifarios y el Gobierno comience a relajar los controles de capital de forma gradual".

"Avanzar hacia la reducción del (todavía amplio) desajuste de los precios relativos es una condición necesaria para una senda de desinflación sostenible en el futuro", advirtió en el informe.