En la segunda ronda de negociaciones con los gremios estatales, el Gobierno provincial formalizó una propuesta salarial a los representantes de los distintos sectores. Se trata de un anticipo a cuenta de futuras paritarias por un total de $80.000, en dos partes.

Los primeros en reunirse con los funcionarios de los ministerios de Gobierno y de Economía fueron los referentes sindicales de la educación. A la salida de la audiencia, la secretaria adjunta de ATEP, Nora Yenad, no ocultó su malestar. “Realmente no hemos conseguido un aumento. No hay aumento para el salario. Se ha ofrecido simplemente un bono de $40.000 para mayo y de $40.000 para julio; o sea, nada. Nos vamos con las manos vacías, sinceramente”, expresó la dirigente gremial.

Yenad remarcó que, además, estas sumas “no impactan para nada en el sueldo”, por lo que no tendrían incidencia por ejemplo cuando cobren el aguinaldo.

“Nosotros habíamos pedido un 50% sobre el básico. ¿Por qué? Porque el básico de un docente es de $75.000. Entonces, se llegaría a $110.000. Es decir que seguiríamos por debajo de la canasta básica”, argumentó la referente de ATEP a la prensa.

Yenad reveló que también había manifestado su descontento en la reunión con los funcionarios. “Yo no podía creer (la propuesta), me hablaban de descubiertos de la Provincia, y ponían en manifiesto la situación de crisis. ¿Y por qué a la crisis la tiene que soportar el empleado, si nosotros no la hemos generado? Necesitamos que, de una vez, el salario deje de ser variable de ajuste”, manifestó. Y reclamó que se considere “el carácter alimentario” de los haberes. “Decir que vamos a recibir $40.000 en mayo y en junio, para mí, es herir la dignidad docente. Estoy mal”, enfatizó la sindicalista.

EN REUNIÓN. Los ministros Amado y Montaldo recibieron a los referentes de los gremios docentes. Foto de Comunicación Pública

Enzo Alarcón, del Frente de Gremios Estatales (FGE), explicó ante una consulta de LA GACETA que también recibieron la propuesta de $40.000 para mayo y de $40.000 para julio. “Hemos pasado a un cuarto intermedio porque la oferta es insuficiente”, explicó el dirigente del sur tucumano. Añadió que la postura del FGE “no pasa por pedir un porcentaje”, sino “por lograr que se cubran las necesidades de un hogar”. Así, la intención es que el ingreso mínimo de un trabajador ronde los $700.000.De todos modos, no hubo contrapropuesta. “Tienen que revisar la oferta y llamarnos de vuelta”, remarcó Alarcón.

Jorge Flores, de ATE, expresó ante la prensa su intención de que el Gobierno “mejore el ofrecimiento”. “Esperamos al próximo encuentro. Hoy, el (sueldo) mínimo, estamos en $402.000; y si sumamos la inflación de abril y mayo, pretendemos más que eso. Nosotros no queremos estar por debajo de la línea de la pobreza, que hoy está cerca de los $700.000. Queremos acercarnos a eso”, indicó Flores.

Con la mira en agosto

Los funcionarios del Ministerio de Gobierno y Justicia (a cargo de Regino Amado) y de Economía y Producción (que conduce Daniel Abad) ya habían finalizado la primera ronda de audiencias con los gremios estatales. Tras la evaluación financiera de los equipos técnicos, hoy se dio inicio a la instancia de las propuestas formales a los representantes de los trabajadores.

El principal argumento del gobierno es que, tras el cambio de signo en la Casa Rosada, la Provincia no pudo recuperar los recursos coparticipables recortados por la gestión de Javier Milei. Mientras tanto, explicaron, las erogaciones a cargo del Estado provincial se engrosaron, tanto por servicios como por otros compromisos. En el Poder Ejecutivo estiman que si la Ley Bases es sancionada por el Congreso, quizás se pueda disponer de un mayor volumen de recursos para agosto.