Escoger bien la ropa: en capas sí, pero con las prendas correctas

Escoger correctamente la ropa para tu día puede ayudarte a estar cómodo. Y allí viene la gran pregunta: ¿ropa tipo montaña o abrigarse como cebolla? Esta es una incógnita que nos interpela a todos en invierno, sobre todo cuando pensamos en cómo vestir a los más chicos. Hay quienes, por comodidad, eligen utilizar una remera fina y una campera de gran abrigo; sin embargo, los expertos aconsejan cubrirse con varias prendas, pero no exactamente como cebolla, sino eligiendo correctamente qué ponerse. “No sirve la cebollita, sino las capas de ropa que mantengan la temperatura corporal. Habrá quienes dispongan de prendas térmicas para permanecer en el exterior, como la que se usa en la nieve. Pero se puede aplicar la misma lógica para abrigar a los chicos con menos, pero de forma más efectiva”, dijo en una entrevista con La Nación Celeste Celano, jefa del departamento de Pediatría de la Clínica Modelo de Caseros. Ella aconseja usar camisa y calza térmica, polar o pullover más una prenda aislante, una campera de pluma o guata impermeable y finalmente un par de guantes, un buen cuello polar y el infaltable gorrito.

Calefaccionar: lo obvio, pero con cuidados

Lo primero que hacemos cuando empiezan las bajas temperaturas es prender la calefacción, siempre y cuando las posibilidades económicas lo permiten. Si no, hay quienes todavía optan por los braceros u otros tipos de elementos. En cualquier caso, todos pueden ser peligrosos; este punto es más que nada una recomendación: sí, encender la calefacción nos calienta, pero hay que prevenir accidentes por inhalación de monóxido de carbono. Este gas es el resultado de la combustión deficiente de una fuente energética, como puede ser el gas natural, y puede ser muy tóxico. En un comunicado difundido hace tiempo, Gasnor recomendó revisar la instalación de los artefactos que tenemos en casa: el monóxido no tiene olor, color ni sabor, y puede provocar dolor de cabeza, náuseas, vómitos, desmayos e incluso la muerte. Gasnor recomendó no instalar calefones o estufas de llama abierta en ambientes cerrados; además, pidieron no reutilizar combinaciones ni conexiones de ventilación de dos artefactos diferentes y solicitaron que las instalaciones de gas sean siempre hechas por un gasista matriculado.

Vacunarse: evitar enfermedades

Con la llegada de los fríos, algunas enfermedades, como la gripe son más comunes debido a las condiciones climáticas y al aumento de la interacción entre las personas en espacios cerrados y con poco cambio de aire. Por este motivo cada año el Ministerio de Salud de la Nación aconseja cumplir con la aplicación de las vacunas aprobadas para evitar, mayormente, enfermedades respiratorias. Es que vacunarse no sólo protege contra las patologías estacionales, sino que fortalece el sistema inmunológico y reduce la carga del sistema de salud. La vacuna antigripal está disponible en el Calendario Nacional de Vacunación para personal de salud, personas gestantes o puérperas, personas de nueve a 64 años con factores de riesgo y mayores de 65 años, y niños de entre seis y 24 meses y de dos a ocho años, con factores de riesgo. Existe para algunos grupos específicos la vacuna contra el Virus Sincici Respiratorio (VSR) y la vacuna contra el neumococo. Además, está disponible la vacuna contra la covid.

Usar agua caliente: "la bolsa" que usaba la abuela

No puede faltar en cada casa y es una tradición muy presente en días helados. La bolsa de agua caliente es un acompañamiento útil: dicen que sirve para aliviar tensiones físicas, para facilitar la digestión, para aliviar el dolor menstrual y hasta para los malestares de cabeza. Pero, obviamente, también la podemos usar para calentarnos: es una excelente alternativa para calentarse, ya que proporciona calor de manera localizada, y son seguras y fáciles de usar. Pueden conseguirse desde los $5.000. Si no tenés una, podés hacer una casera: llená una media gruesa (de lana) con arroz crudo y cerrala bien. Luego, calentá en el microondas la ‘bolsa’ y ya podés usarla.

No bañarse con agua muy caliente: recomendación inesperada

No hay nada más lindo que salir del frío y entrar a una ducha muy caliente. Pero, lejos de lo que se piensa, no es tan saludable bañarse con agua a altas temperaturas. Expertos aseguran que puede afectar la circulación sanguínea al dilatar velozmente los vasos sanguíneos en la piel y puede interferir con la capacidad del cuerpo para regular su temperatura corporal.

Poner cortinas gruesas: aislamiento de frío y de radiación solar

En los meses de frío, mantener una temperatura confortable dentro del hogar puede ser un desafío, sobre todo porque en nuestras casas se filtra por las ventanas. Además de brindar privacidad, las cortinas gruesas actúan como una barrera física que ayuda a retener el calor dentro de la casa y a bloquearla del exterior. Las comerciales están confeccionadas con materiales densos y pesados que tienen propiedades aislantes naturales. Al cerrar las cortinas durante las horas más destempladas del día y de la noche, se reduce la pérdida de calor hacia el exterior y se evitan las corrientes de aire helado que pueden penetrar a través de las ventanas que quedan mal selladas. Asimismo, las cortinas gruesas pueden bloquear la radiación solar directa durante el día, regulando la temperatura interior de manera más eficiente tanto en invierno como en verano.

Templar ambientes: más confort y menos enfermedades

Es clave tomar medidas para evitar enfermarse en invierno. Con los primeros días de frío, el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI) publicó una serie de recomendaciones para mantenerte saludable en esta época del año: ellos sugieren vacunarse contra la gripe, mantenerse en movimiento y cuidar la alimentación. Además, aconsejan algo crucial: mantener los ambientes templados. “En los días con sol levantá las persianas y bajalas por las noches”, piden. ¿Por qué es esto importante? Las temperaturas extremadamente bajas pueden afectar negativamente tu salud, especialmente si tenés problemas respiratorios o circulatorios. Estar en un ambiente cálido brinda confort y ayuda a reducir el consumo de energía.

Elegí bien tu ropa de cama: sábanas, de lo más fino a lo más grueso

Combatir las temperaturas mínimas es algo que se hace desde todos los frentes. Dormir a gusto es importantísimo; y elegir correctamente tu ropa de cama es clave. Primero sábanas, luego colchas y finalmente cobertores; es recomendable que las prendas vayan desde las más delgadas a las más gruesas, porque las colchas más gruesas protegen del frío a las más delgadas y, a su vez, calientan. Teniendo en cuenta que pasamos -al menos- ocho horas en cama, es crucial estar abrigados. La ropa de cama correcta puede proporcionar un aislamiento térmico efectivo, manteniendo el calor corporal y evitando que el cuerpo se enfríe por la noche. Además, sirve para absorber la humedad del cuerpo y evitar la acumulación del sudor, lo que podría predisponer al cuerpo a resfriados y a enfermedades relacionadas con la humedad.