Mientras que desde el Gobierno nacional siguen a rajatabla con el plan de abrir la importación de alimentos para así intentar frenar la inflación mediante la competencia, en Tucumán esa decisión política no se aprecia todavía en las góndolas de los supermercados, que miran con recelo la caída del consumo, pese a la desaceleración en algunos precios.

“Los productos que ingresaron deben ser, a lo sumo, uno o dos, en las grandes cadenas. El tema de la importación es algo que se va dando con el tiempo y las pymes nacionales estamos buscando los caminos correctos para poder hacerlas”, explicó el supermercadista Guillermo Saccomani, en declaraciones a "Buen Día", el noticiero matutino de LG Play. 

Entre los productos que comenzaron a verse en algunos de los grandes supermercados, el empresario señaló que son “el atún y el palmito, que no son nuevos. Generalmente uno muchas veces habla de los productos de primera necesidad, de consumo masivo, que eso sería importante. Pero esto es un principio que podría ofrecer más oferentes a la actividad y tendería a la baja de los productos”.

Si bien muchos sectores de la producción se mostraron en contra de las decisiones del Gobierno nacional, para Saccomani “la industria nacional tuvo el tiempo necesario para adaptarse a las nuevas circunstancias. Sobre todo, porque hay una desaceleración de los aumentos. Es la única forma que lo maneje el mercado o sino, en cierta forma, tiene que haber una intervención estatal. Se van a tener que reacomodar a la circunstancia. Tuvieron el tiempo necesario. Se van acomodando y, sino, tendrán que competir”.

Sobre el tiempo que demandará el ingreso de los productos importados a la provincia, el empresario detalló que “muchas veces no depende de nosotros, de las pymes, que es un sector que nunca importó. Estamos en contacto con los importadores para ver qué productos se pueden importar a partir de ahí”.

A la espera de las nuevas mediciones de inflación, que anunciará hoy el Indec, el supermercadista reiteró sobre su sector que “la actividad está completamente parada y el consumo está muy bajo y esos fueron uno de los factores fundamentales para que bajen los precios. Eso perjudica al sector, que tiene que mantener los costos de la estructura y se hace difícil la situación para mantener esos gastos y al personal”.

Además de pedir el apoyo del Estado nacional y provincial “porque somos los que generamos fuentes de trabajo”, Saccomani contó también que “hay productos que, a determinados precios, se dejaron de consumir. Ciertas bebidas, de precios elevados, ya no (se venden). Las primeras marcas se siguen consumiendo y las segundas y terceras marcas proliferaron por el precio y la calidad. Pero todas bajaron notoriamente el consumo. La carne también, desde hace tiempo, descendió el consumo”.

Por último, el empresario expresó que “antes se recibía una lista de precios todas las semanas. Hoy se reciben una vez al mes. Los aumentos han disminuido notablemente. Creemos que eso se va a extender. Pero hay un factor fundamental, si no se aumenta el consumo. El comercio la está pasando muy difícil”.