No está lejos el tiempo en el que encontrar un plomero será más difícil que conseguir un influencer. Suena exagerado, pero es un escenario probable, según un estudio realizado con 200 plomeros del país por Amanco Wavin, la empresa líder en construcción e infraestructura del grupo Orbia. La investigación distribuida este lunes reveló que prácticamente no hay prestadores del servicio de plomería que tengan entre los 18 y los 25 años en Argentina, y que casi todos (98%) los que desempeñan esa tarea son hombres.

Para los interesados en aprender un oficio que sea rentable, quizás la plomería sea la opción ideal, en especial para mujeres. La mayoría de las personas que trabajan en este rubro tienen entre 46 y 55 años.

“Hay que fomentar la plomería entre los jóvenes como salida laboral y también entre las mujeres para buscar una mayor diversidad en el sector, pero, también, con la cabeza puesta en las necesidades del futuro”, observó Víctor Guajardo, gerente general de Amanco Wavin Argentina.

Las redes sociales, ¿causantes de la extinción?

Es común que cuando se rompe algo en casa se busquen ideas para solucionar los problemas en YouTube y en TikTok. Este recurso no siempre funciona: debe ser por eso que el 65,8% de los plomeros entrevistados consideró que los videos que enseñan a hacer las reparaciones no les están quitando trabajo, aunque el 34,2% sí los ve como un peligro real.

La mayoría de los plomeros (60%) consideró problemática a la crisis económica en desarrollo en la Argentina, pero el 30% sostiene que el clima recesivo no lo afectó y el 10% incluso dijo que las condiciones actuales lo habían beneficiado. Más del 70% manifestó que su trabajo está bien retribuido; el 16% sostuvo lo contrario y el 14% afirmó que no lo tenía muy claro. Alrededor del 85% de los encuestados dijo que había elegido la plomería por vocación.

El frío ayuda
El invierno es la época dorada para los plomeros (posiblemente porque la mayoría de ellos son también gasistas). ¿Y cuál es el trabajo más común? Sorprendentemente, no es arreglar canillas. La mayoría se dedica a instalar cañerías en nuevos edificios o viviendas; seguido de renovaciones; reparación de fugas y, por último, destapar cañerías. Las casas son los lugares donde los plomeros realizan la mayoría de sus trabajos, después están los departamentos, los barrios cerrados y las oficinas.

Entonces, ¿la sociedad está condenada a vivir sin plomeros en los próximos años? ¡No tan rápido! Todavía hay esperanza. Guajardo manifestó que eso podría evitarse si se tomaban medidas proactivas para promover la formación y la regulación efectiva en el sector para asegurar así la disponibilidad de servicios de plomería confiables y de calidad en el futuro.