Mientras se espera que el Senado trate la Ley Bases, ya aprobada en diputados, los analistas explican qué es lo que puede pasar en adelante con respecto a la economía de la Argentina.

Esta es la mirada de distintos economistas y consultoras privadas que recopiló Ámbito:

El economista Roberto Cachanosky sostuvo en declaraciones radiales que el presidente Javier Milei "estuvo vendiendo algo que no iba a poder cumplir. Está haciendo las cosas inversas a las que dijo, sube impuestos en vez de bajarlos, controla más los impuestos a la inversa de lo que dijo y él en contra de todas las regulaciones, puso un tipo de cambio máximo que es un control de precios. Vendió liberalismo pero aplicó políticas fuertemente intervencionistas".

En ese sentido, y según un informe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) "la posibilidad de alcanzar el equilibrio fiscal durante todo el año 2024 no es tarea fácil, pero hay mucho más de motosierra que de licuadora (recorte y licuación) y eso puede extenderse todavía más si finalmente la ley de Bases es aprobada en el Senado de la Nación. En definitiva, con convicción política la tarea de balancear las cuentas se debería poder lograr".

También se expresó al respecto la consultora EcoGo: "Atrasar el tipo de cambio mientras envía el 20% de las exportaciones (80% de la balanza comercial) a abastecer el mercado de contado con liquidación (dólar alternativo), no luce consistente. Al final del día para estabilizar la demanda de pesos sin cepo, se necesita que la tasa de interés que remunera los pesos sea igual a la tasa de dólares más la expectativa de devaluación". 

Según el economista Roberto Geretto, "el mercado debate si el banco central (BCRA) volverá a bajar tasas o no. Por un lado, la actual tasa de política monetaria en 4% mensual no implica que hay mucho margen vs una devaluación del 2% mensual para no perjudicar la liquidación de divisas". Y señaló que "sin embargo, con la inflación descendiendo y un cepo que continúa en su versión más rígida otorgan cierto margen".

Por otro lado, el analista Salvador Di Stefano afirmó: "La escasa emisión de moneda, la sensación de que no hay pesos, juega en contra de una política de acumulación de reservas, el gobierno desea que los particulares saquen los dólares del colchón y hagan transacciones en el mercado en dólares. Difícil que ello ocurra, y podemos entrar en una recesión de características muy duras".

"Mientras la economía se define entre una recesión dura o muy dura, la inflación seguirá ubicándose en niveles más elevados que los dólares billetes y el dólar mayorista, con lo cual todo lo que ajuste por inflación será un buen negocio", agregó.

"El alto riesgo país expresa más nuestra mala voluntad de pago, que la capacidad de pago o que el tamaño de la deuda", afirmó el analista Claudio Zuchovicki.

"Ya se viene detectando un mayor ritmo de liquidaciones y por ende de compras del BCRA, previsible dado que tras la demora ya estaban por arrancar las ventas de la cosecha", dijo el economista Gustavo Ber.

"Es por ello que se extiende la tranquilidad entre los dólares financieros, incluso con sesgo a la baja a partir de la mayor participación del 'blend' (dólar de liquidación de exportaciones), lo cual anticipa en el actual contexto económico-financiero que continuaría el proceso de apreciación cambiaria a corto plazo", explicó.

"Ante el significativo descenso en el riesgo país y los consecutivos recortes en la tasa de interés (del BCRA), es crucial evaluar si es conveniente invertir en pesos o en moneda dura y los riesgos que conlleva cada alternativa", estimó la consultora Delphos Investment.

Estimamos que la plena liberalización del mercado de divisas, que debería allanar el camino para una recuperación del crecimiento, requeriría 10.000 millones de dólares adicionales en reservas", reveló un informe del International Institute of Finance (IIF).

"La fuerte demanda de BOPREALES (bonos para liquidación de importaciones y dividendos) para girar dividendos muestra el gran interés por esta “ventana de oportunidad” para transferir dividendos a accionistas no residentes, luego de casi 5 años de restricciones. Sin embargo, el tipo de cambio implícito de alrededor de 1.350 pesos por dólar implicaría bajas expectativas de una mayor flexibilización del cepo para dividendos en el corto plazo", señaló Delphos Investment.

"Vinculado con las exportaciones, la competitividad-precio medida por el tipo de cambio real se erosionó más de 40% desde el 13 de diciembre. Si bien con cepo discutir los valores de equilibrio del dólar es una tarea fútil, las empresas se animan a pagar un precio más alto por la divisa que incluso el CCL", dijo por su parte la consultora GMA.

"Habría que monitorear y alentar el equilibrio de las cuentas públicas internas y externas. Sin ellas, toda recuperación sería efímera", afirmó VatNet Financial Research.