Aunque suele ser un padecimiento poco frecuente, el cáncer de huesos es una enfermedad que afecta a niños y adultos. Sobre el tema, los especialistas explican cuáles sus principales factores de riesgo y qué síntomas aparecen primero.

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Este cáncer puede originarse en cualquier hueso del cuerpo, pero en la mayoría de los casos afecta la pelvis o los huesos grandes de los brazos y las piernas, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic. Desde el organismo también señalan que sólo representa a menos del 1% de todos los tipos de cáncer.

Cabe señalar que el término “cáncer de hueso” no incluye aquellos que se originan en otra parte del cuerpo y se propagan hacia la estructura ósea. Los signos y síntomas de este tipo de cáncer incluyen los siguientes:

- Dolor de huesos.

- Inflamación y dolor a la palpación cerca del área afectada.

- Debilidad en los huesos, que provocan fracturas.

- Fatiga.

- Pérdida de peso involuntaria.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que es muy raro que un cáncer empiece su desarrollo en el hueso y, por el contrario, es más común que se disemine al hueso desde otras partes del cuerpo. Existen tres tipos de cáncer óseo:

- Osteosarcoma: generalmente, se desarrolla entre los 10 y 19 años de edad y ocurre más comúnmente en la rodilla o en la parte superior del brazo.

- Condrosarcoma: comienza en el cartílago, por lo general después de los 50 años de edad.

- Sarcoma de Ewing: ocurre más frecuentemente en niños y adolescentes varones menores de 19 años

Cáncer en los huesos: cuáles son sus principales factores de riesgo y qué síntomas aparecen primero (Getty Images)

Cáncer en los huesos: cuáles son los principales factores de riesgo

Si bien las causas de este padecimiento no son claras, los especialistas han hallado ciertos factores que se asocian con un mayor riesgo de presentar esta enfermedad.

- Síndromes genéticos heredados: ciertos síndromes genéticos poco frecuentes heredados de la familia aumentan el riesgo de presentar cáncer de huesos, entre ellos, el síndrome de Li-Fraumeni y el retinoblastoma hereditario.

- Enfermedad ósea de Paget: la enfermedad ósea de Paget, que se observa principalmente en adultos, puede aumentar el riesgo de que se desarrolle cáncer de huesos en el futuro.

- Radioterapia para el cáncer: la exposición a grandes dosis de radiación, como aquellas que se emiten durante la radioterapia para el cáncer, aumenta el riesgo de que se desarrolle esta enfermedad en los huesos en el futuro.

¿Cuál es el tratamiento para el cáncer en los huesos?

Las alternativas de tratamiento dependen del tipo, tamaño, sitio y estadio o etapa del cáncer, así como de la edad y salud en general de la persona. Las opciones de tratamiento para este padecimiento incluyen cirugía, quimioterapia, radioterapia, criocirugía y terapia dirigida.

El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos indica que la cirugía es el tratamiento habitual para el cáncer de hueso. En este caso se puede extraer completamente el tumor. Sin embargo, la mayoría de los pacientes que se someten a cirugía para salvar la extremidad necesitan cirugía reconstructiva para recuperar la función de la extremidad, cuando se trata de las piernas.

Otra opción de tratamiento es la quimioterapia, que se utiliza para destruir las células cancerosas. Los pacientes que tienen sarcoma de Ewing (de diagnóstico reciente y recurrente) u osteosarcoma de diagnóstico reciente, generalmente reciben una combinación de fármacos anticancerosos antes de someterse a la cirugía.

También se usa radioterapia, que puede usarse en combinación con la cirugía. Puede utilizarse con otros tratamientos para osteosarcoma, condrosarcoma y cordoma, especialmente cuando queda una pequeña cantidad de cáncer después de la cirugía. Es posible que se use también para pacientes que no tendrán cirugía.

Una alternativa más es la criocirugía, que es el uso de nitrógeno líquido para congelar y destruir células. Esta técnica puede usarse algunas veces en vez de cirugía convencional para destruir tumores en el hueso.

Por último, la terapia dirigida, que es el uso de un fármaco diseñado para interactuar con una molécula específica implicada en el crecimiento y diseminación de células cancerosas.