“Me gusta que siga siendo un deporte amateur, porque acerca a toda la familia”. Las palabras del experimentado jugador de pato Luis “Indio” Sabatier describen cómo fue la tercera jornada del torneo ecuestre “AGN Nissan Equestrian Week” en Tapia. Camperas para combatir el frío, kits materos y muchas sonrisas se apoderaron de la mañana en el predio ubicado sobre la ruta provincial 341.

Justamente quien disfrutó de tener cerca a sus seres queridos fue Facundo González Colombres. El integrante de Dilema no ocultó ni un segundo su ansiedad de entrar a la cancha de Pato para enfrentar a Steed. A pesar de que estaba enfocado en tener un buen desempeño, la emoción le ganó al hablar de los suyos: su esposa, su hijo de tres años Santiago y su hermano Carlos, con quién comparte la pasión por los caballos.

“Nosotros somos cinco en mi familia y los dos varones de la casa nos iniciamos juntos en este deporte. Realizarlo para mí es muy apasionante porque que se combinan muchas cosas que me gustan: el caballo y la adrenalina”, aseguró Facundo, con el pequeño “Santi” en la parte principal del asiento de la montura. “Yo trabajo en el campo, así que tengo épocas más complicadas y no puedo venir a entrenar. Pero, cuando puedo hacerlo,  siempre es con la familia. Los traigo todo el tiempo y esta vez no nos pudo acompañar mi esposa porque esta enferma”, se lamentó el jinete de pato, que a unos metros de la cancha recibía todo el apoyo de su hermano.

“A nosotros nos tocó amar este deporte prácticamente por obligación. Desde chicos siempre estuvimos rodeados de caballos y le agarré el gusto rápido a la competencia”, explicó Carlos, que esta vez le tocó estar desde afuera. “Cuando éramos chicos, siempre queríamos jugar y en ese momento no existía el pato en Tapia. Entonces agarrábamos una ‘canchita’ de fútbol y la armábamos en diagonal para que nos den las medidas. Inventábamos unos aros de hierro que eran soldados por nosotros y eso se volvió un peligro. Imagínate que más de una vez nos chocamos contra los aros”, recordó.

FELICES. Luciano Paz Posse posa junto a su hermano Marcos.

Lo cierto es que la familia Colombres no es la única que fortalece el vínculo con el deporte.

Hace tres años, la llegada de la pandemia le cambió la vida por completo a Marcos y Luciano Paz Posse. En el retorno progresivo a la actividad, ambos hermanos decidieron buscar una actividad para despejar la mente y se inscribieron en la escuela de Federico Pasquini.

“Los dos empezamos en la pandemia porque justo estábamos en Raco. Durante el aislamiento nos tocó vivir aquí y nos llamó la atención el polo. Ya andábamos a caballo y por eso decidimos probar suerte. Las dificultades son varias en este deporte, sobre todo en la monta”, explicó Marcos, de 18 años, quien no ocultó su frustración tras un ajustado empate de su equipo Sincor contra Finca Magnolia, por 8 a 8. “Es muy difícil pegarle a la bocha y el caballo no me respondía, por eso mi enojo”, dijo Marcos.  

A pesar de que tuvieron un paso fugaz por el fútbol, los hermanos aseguran que encontraron su lugar en el polo. “Está bueno compartir con él. Siempre nos corregimos entre nosotros y también hay peleas de por medio. Intentamos venir entre tres y cuatro veces por semana para practicar. Mientras estemos bien con el estudio, nos dejan venir”, agregó Luciano, de 16 años.

Resultados de la jornada en el torneo ecuestre de Tapia

Polo: Estancia Mendoza 5-AGN Nissan 5 y Los Helechos 4-Steed 3 (torneo 0-4); AGN Nissan 7-Roma 7 y Sincor 8-Finca Magnolia 8 (torneo 5-8). 

Pato: Steed 5-Dilema 4 (ganó por gol de Oro) y AGN Nissan 6-Sincor 4.

Mañana desde las 12, seguirá el torneo con equitación. Por su parte, a las 14 se disputarán el segundo y tercer puesto tanto de pato como de polo, mientras que a las 15.30 se jugarán las respectivas finales.