Hace tres décadas, un grupo de adolescentes que estaban abriéndose a la música conformó Sureños, una formación folclórica que tuvo proyección nacional e incluso grabó un disco en momentos en que no era común. Con los años, el ímpetu conjunto fue aplacándose y cada uno de sus integrantes tomó distintos caminos, por dentro y por fuera de la canción, sin que el afecto entre ellos hubiese mermado. Esta noche lo demostrarán, en el regreso del cuarteto vocal en Lo de la Paliza (Laprida 181), con un recital de reencuentro a las 22.

De la formación, Fernando de la Orden y Juan Carlos Romano hicieron carrera como cantantes: el primero integra el dúo lírico pop Los Juan y participó de otros proyectos y diversos concursos; y el otro es parte del reconocido dúo Luneros junto con Lucho Aragón (será el director musical del concierto de esta noche). Alonso Asencio está ligado a la construcción de muebles en general y todo este tiempo no se dedicó a cantar de manera profesional, lo mismo que Gabriel Bazán, má allá de haber seguido ligado al ambiente musical, pero como aficionado.

“Este será el primero encuentro de varios. Tenemos pensado hacer una peña más adelante, con más artistas amigos para seguir compartiendo sobre y abajo del escenario, porque tenemos hermosas expectativas. Identifico a nuestro sonido como vocal de proyección, con arreglos y colores que salen de lo tradicional pero sin romper demasiado. En lo musical, hay un sonido más tradicional con guitarra, percusión y bajo”, define Asensio.

Su palabra es respaldada por Bazán: “nuestro concepto siempre fue alrededor de los arreglos vocales, con un sonido más clásico y conservador. Trabajamos sobre eso y en un repertorio bien tucumano, con canciones de compositores como Rubén Cruz, Chivo Valladares y Yuca Córdoba, por solo sitar algunos”.

Romano afirma que “el regreso es solo por una cuestión de recordar, animado por gente amiga que con mucha alegría para nosotros, nos pide un recital que los transporte a esos años de colegio, universidad y peñas por las que siempre estuvimos presentes”. “La guitarra siempre es la protagonista de nuestro sonido, en las introducciones y punteos, generando matices en el sonido. Pero combinamos los sonidos del jazz, o de una baguala en medio de una zamba, que tiene una vuelta de rosca distinta. Trabajamos para que todo suene muy prolijo”, agrega.

“El grupo comenzó en plena adolescencia, con todo lo que eso implica, desde la energía hasta la necesidad de descubrir nuestra música argentina -recordó De la Orden-. Han pasado algunos actores a lo largo de los años y se disolvió por la necesidad de ir, cada uno de sus integrantes, buscando nuevos sonido y horizontes, pero seguimos en permanente contacto a pesar del tiempo porque la música genera esos vínculos duraderos. Ahora volvemos con las mismas ganas pero más maduros. Más que evocar, vamos a rememorar esa etapa de la vida y de la música. Nos pone muy feliz sentir la emoción del público, que es la misma emoción nuestra”.

Bazán reconoce que el folclore “ha mutado definitivamente, el sonido tradicional aún está, pero bastante menos que hace 15 o 20 años porque se ha colado la balada y los ritmos latinos en el medio; y ni hablar de la estética, que apunta a todo el público y no sólo al que es fiel al 100%”. “Nuestra propuesta aporta matices regionalistas, porque nuestra música tucumana siempre será la protagonista”, cierra De la Orden.