Alrededor de 500 efectivos de la Policía llevaron a cabo esta mañana un operativo en los diferentes accesos de colegios de Tucumán, generando sorpresa entre los alumnos que se disponían a comenzar sus clases. La revisión de mochilas se extendió tanto en el casco céntrico como en la periferia de la capital.
El despliegue policial responde a una iniciativa del gobernador, Osvaldo Jaldo, quien anunció ayer un decreto para hacer frente a la creciente violencia protagonizada por estudiantes de secundaria.
En su declaración, el mandatario advirtió que los alumnos involucrados en actos violentos serán llevados a comisarías o incluso a cárceles, si es necesario, como medida disuasiva y punitiva. Sin embargo, estas acciones generaron críticas por parte de organismos de defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes en la provincia.
En la red social "X", la Defensora de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación instó al gobierno provincial a cesar "inmediatamente los operativos policiales y las requisas de mochilas en los ingresos a los establecimientos educativos".
Según afirman, este accionar "no se ajusta a la normativa vigente y rememora los momentos más oscuros de las dictaduras del siglo XX".
El comunicado fue firmado por los cinco Defensores de Niñez, dirigido a Jaldo, expresando su preocupación por estas medidas y solicitando "un diálogo para encontrar soluciones que protejan tanto la seguridad como los derechos de los estudiantes".