“La moda es el arte más poderoso que hay. Es movimiento, diseño y arquitectura a la vez. Le muestra al mundo quiénes somos y quién queremos ser”, afirmaba Blair Waldorf, personaje principal de Gossip Girl, uno de los fashion shows más influyentes de las últimas décadas.
La Met Gala es un evento anual que recauda fondos para el Instituto del Vestido del Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, y busca glorificar el arte de la indumentaria y maquillaje. Se celebra el primer lunes de mayo y no se entrega ningún galardón, como sucede en los Oscar o Grammy. Es organizada por Anna Wintour, editora en jefe de la revista “Vogue”, y es considerada como una fiesta de disfraces. Es decir, los asistentes deben seguir un cierto código de vestimenta que cambia cada año.
Siguiendo esta premisa, la Met Gala es el momento en el que más se destaca la moda como arte, ya que los diseñadores aprovechan para mostrar sus dotes creativas a la hora de los atuendos. Por esto es tan importante para los aficionados de la disciplina, ya que para el espectador se trata del análisis de una inventiva. Del evento sólo se transmite la alfombra roja; una vez finalizado, se abre una exposición de moda de la temática en el museo para todo el mundo.
La Met Gala en Tucumán no pasó inadvertida: la influencer Ana Lucía Troncoso (@alt.ernativeblog en Instagram) decidió celebrar el evento con una watching party (una reunión para mirar la transmisión de la gala) en un bar reconocido de Barrio Norte en la noche del lunes.
“La juntada se me ocurrió en chiste. Subía a mi cuenta información de público conocimiento, como el código de vestimenta, los invitados que se especulaba que iban a asistir y demás. Hasta que propuse una juntada temática para analizar los looks del evento. Para mi sorpresa absoluta, una gran cantidad de mis seguidores me respondieron que asistirían a la reunión, y terminé realizándola”, comentó la creadora de contenido.
Consignas
Así fue que decenas de jóvenes tucumanos se pusieron sus mejores atuendos para divertirse. Los looks seguían la temática del evento original en la Gran Manzana. “Bellas durmientes: despertando a la moda” fue el tema, con el fin de homenajear aquellas piezas del Instituto del Traje de Nueva York tan antiguas y frágiles que no se pueden exhibir en los maniquíes. Una peculiaridad de la edición es que tuvo, a su vez, un segundo código de vestimenta: “Jardín del Tiempo”, inspirado en el libro homónimo de J. G. Ballard. La combinación de ambas temáticas generaba especulación en cómo se lucirían: ¿se destacarían más aquellos referidos al paso del tiempo o los relacionados con la naturaleza? ¿Se verían más flores o telas desgastadas?
Estas fueron preguntas que se escucharon entre las mesas de las reunión, pero los atuendos de los tucumanos destacó más la idea del jardín: faldas hasta los tobillos de encaje blancos, blazers de lino con charreteras floreadas, chalecos sastres verdes, trajes negros con accesorios de la naturaleza, carteras de cuero con tiras verdes que aparentaban macetas e incluso vestidos de corderoy con camisas floreadas abajo, vestimenta típica de una mujer en una huerta.
Al principio reinaba el silencio: los participantes no se conocían entre sí. Las luces se apagaron y lo único que se pudo ver a partir de ese momento era la transmisión de la reunión en Estados Unidos proyectada en una pared. Progresivamente, el mute fue desapareciendo.
“No me gusta lo que se puso Penélope Cruz; parece una dama antigua”, “No podía esperar menos de Lana del Rey, ¡ella sí que sabe cómo vestirse para la Met Gala!”, fueron algunos de los comentarios que se escuchaban en las mesas. El hielo terminó de romperse con la aparición de Sarah Jessica Parker, quien encarnó a la amada Carrie Bradshaw en “Sex and the City”. Desde ese momento, todos los participantes interactuaron como si hubieran sido amigos de toda la vida. “Sin SJP (sic) no hay Met Gala. Ella es servicio. Evoluciona siempre y en cada una de todas las galas. ‘Sex and the City’ es el manual de la moda”, comentó Máximo Caratti, y las chicas de su alrededor asintieron efusivamente.
Más allá de las opiniones diversas con respecto a los atuendos de las celebridades, los tucumanos tuvieron una respuesta en común: para ellos la moda es la mejor manera de expresar su personalidad. “Es mi forma de fugarme del mundo homogéneo y restrictivo de Tucumán. Es la manera más pura que tengo de expresarme como verdaderamente soy, sin que me avergüence”, comentaba el joven.
Camila Álvaro coincide: “es el método que me cobija como un abrigo, una forma de mostrarme como me gusta ante el mundo. Por supuesto que tiene sus altos y bajos: no siempre me siento de la misma manera y eso se ve reflejado en lo que llevo puesto, pero al fin y al cabo eso también es expresarse a uno mismo con los cambios anímicos. Hace tres años atrás no me vestía igual que ahora, pero describió la persona que era entonces. Mi estilo personal evoluciona conmigo”.
Camila Villalba, influencer local, consideró: “la forma de vestirnos es la manera de presentarse previamente a hablar y darse a conocer. La moda es un arte que combina y une, y permite distintas perspectivas sobre la misma prenda o pieza. Tanto la moda de alta costura como la del día a día son formas del ser humano de manifestar o comunicar su interioridad”.
Detalles
“Soy una persona muy detallista, y lo reflejo en mis atuendos, seleccionando el accesorio perfecto que enaltezca mi personalidad y lo que tengo puesto”, explicó Caratti. Destacó su aplique de flores dorado en el bolsillo de su blazer negro, una gargantilla plateada con una flor negra en el centro del cuello y sus anillos de serpientes.
“Mientras estudiaba cine aprendí a mirar la moda desde una perspectiva más artística: ‘por qué tal personaje se viste de esta forma y por qué no de otra’, ‘qué está queriendo decir el director de vestuario con las prendas que elige’ y demás análisis académicos me sirvieron para entender que la elección de vestimenta de los personajes tiene un sentido, y no es algo al azar o porque simplemente ‘quede bonito’”, recuerda la organizadora. “Estas personas que se tomaron el tiempo de venir hoy entienden la moda tanto como yo. No es necesario tener todos los conocimientos del mundo para poder admirar y opinar. Es gente que aprecia la moda como arte -más en lo personal que a grandes rasgos, porque al fin y al cabo su función es vender-”, añadió.
“En la moda hay gente que se viste muy ‘feo’, porque uno agarra todas esas partes que la sociedad nos enseñó que significa ‘vestirse bien’ y las desglosa dejando de lado aquel prejuicio para priorizar la expresión del estilo personal. A grandes rasgos, la moda es superficial porque es lo que llevás puesto. Pero lo profundo está en el por qué elegiste esa prenda: como dice Miranda Priestly en ‘El diablo viste a la moda’: puede no interesarte esta cuestión, pero no podés escapar de ella”, refirió Troncoso.
La comunicadora remarcó que “en nuestra provincia hay un gran interés por la moda”. “Se ve la intención del tucumano de crear esa comunidad y salir de ese lado más tradicionalista que nos caracteriza. Hay más interés en entender cada pieza, y cada vez hay más influencers y diseñadores emergentes locales que lo confirman”, concluyó.