La clasificación de Real Madrid a la final de la Champions League tras imponerse 2-1 a Bayern Munich en el Santiago Bernabéu dejó mucha tela para cortar, pero sin dudas la acción más determinante del partido fue el gol anulado erróneamente al conjunto alemán en el minuto 12 de descuento por un supuesto offside que no existió y que hubiera llevado la semifinal al alargue. Al respecto, el entrenador del Madrid, Carlo Ancelotti, dejó en claro su postura.
"La última jugada es bastante clara. Puede ser que no era fuera de juego, pero el árbitro pita, el línea levanta y nosotros paramos. Este árbitro arbitró la final del Mundial, es de alto nivel”, opinó el italiano.
En dicha acción, el asistente levantó la bandera pese a que fue Ferland Mendy (defensor del Madrid) el que despejó la pelota con la que Thomas Müller habilitó luego a Matthijs de Ligt para que este anotara el gol del empate. Dado que el árbitro polaco Szymon Marciniak tocó el silbato antes del remate de De Ligt, la jugada quedó invalidada y no pudo haber intervención del VAR.
Entre la ola de críticas, una de las más contundentes fue la del entrenador del Bayern, Thomas Tuchel: "Cuando terminó el partido, el juez de línea me dijo ‘perdón, fue error mío’. Pero no fue solo error suyo, también es del árbitro. El primer error es que levanta la bandera, porque nunca podría estar seguro que era offside. Y el árbitro ve que ganamos el rebote y tenemos la chance de rematar y toca el silbato. Ese es el segundo gran error en la misma jugada. Es muy difícil de tragar porque se sintió como que estaban ansiosos en el último minuto”.
Al respecto, Ancelotti contestó irónicamente: “Como ellos se quejan de esto, nosotros nos quejamos del gol anulado a Nacho. Porque Kimmich se ha tirado, fue un empujón. Se estaban empujando los dos”.
Real Madrid irá en busca de su decimoquinta Champions el 1 de junio en Wembley ante Borussia Dortmund, que en la otra llave eliminó a PSG por un global de 2-0.