El Comité "Salvemos al Maíz", integrado por el Gobierno y entidades técnicas y agropecuarias locales, se reunió nuevamente el lunes pasado para avanzar en la evaluación del impacto de la "chicharrita del maíz" en los cultivos de la provincia.
En el encuentro, los integrantes definieron "convocar a los representantes de las diferentes provincias para compartir y diseñar acciones conjuntas con el propósito de coordinar esfuerzos a nivel regional", según informaron.
Esta acción estará dirigida a las jurisdicciones de Salta, Santiago del Estero, Catamarca, Jujuy y Córdoba.El Comité está integrado por CREA Regional NOA, Colegio de Ingenieros Agrónomos, la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del NOA (Apronor), la Sociedad Rural de Tucumán (SRT) y la Secretaría de Desarrollo Productivo, a cargo de Eduardo Castro.
Los integrantes de 'Salvemos al Maíz' elaboraron un informe de situación sobre el impacto de la enfermedad, trabajo que fue presentado al Gobierno. “El 'achaparramiento' del maíz (Spiroplasma kunkelii) es una enfermedad que genera gran preocupación en las áreas productivas del país. Las pérdidas en la región del NOA para la campaña 2023-24 son significativas, en algunos casos ya llega al 100%, y en general la perspectiva de daño se estima en más del 50%”, señaló la agrupación por medio de un comunicado.
La enfermedad es transmitida por el insecto vector Dalbulus maidis, conocido como la “chicharrita del maíz”, el cual se alimenta y multiplica únicamente sobre plantas de esta especie. Es un insecto difícil de controlar y cuenta con ciertas particularidades, tales como su longevidad (45 a 70 días), y la posibilidad en invierno de refugiarse en cualquier otro cultivo e, incluso, permanecer varias semanas sin alimentarse.
Los adultos se protegen en el cogollo de la planta de maíz y tienen la capacidad de volar hasta 500 kilómetros ayudados por corrientes de aire. Por lo tanto, el insecto y las enfermedades que transmite requieren estrategias integradas de manejo a nivel regional.
“En este escenario, está en riesgo la producción de maíz a nivel nacional, cultivo necesario para la sustentabilidad del sistema. Para enfrentar esta batalla todos los integrantes de la cadena de producción debemos trabajar en conjunto, ya que resulta fundamental mantener a la población de la plaga en el nivel más bajo posible porque, de lo contrario, volverán a registrarse en el ciclo 2024/25 problemas similares a los ocurridos en la presente campaña”, remarcó “Salvemos al Maíz”.
"Vacío sanitario"
La agrupación indicó que considera fundamental adoptar un “vacío sanitario” de 90 días "previos a la fecha regional de siembra (diciembre-enero), control permanente de maíz guacho o voluntario y el monitoreo de la población del insecto vector previo a la siembra y durante las etapas iniciales del cultivo"
También, en lo que respecta a prácticas de manejo, recomendó elegir los híbridos menos susceptibles a la enfermedad y concentrar las fechas de siembra en los meses más apropiados (fines de diciembre hasta mediados de enero).
“En síntesis, o nos salvamos todos o no se salva nadie. Debemos considerar que ninguna medida aislada es eficaz. No se trata de un problema que pueda resolverse de manera individual. Tenemos que aprender a convivir con la plaga, pero la clave es aprender a gestionarla para mantener un nivel de población bajo que sea controlable. Lograr reducir la población será el reflejo no sólo de un mejor manejo a nivel integral sino también y fundamentalmente del esfuerzo generalizado en la región siendo imperioso el trabajo coordinado entre los gobiernos provinciales”, alertó la agrupación.