“Nací en Rosario. Me considero un hombre del interior”, decía César Luis Menotti. La afirmación no solo la sostuvo con la partida de nacimiento sino con res (hechos). “Flaco” fue más que un mero técnico. Su polimatía lo llevó a explorar diversos campos y a materializar una Selección para que sea de todos los argentinos, una en la que todos se sientan representados, y lo logró. Sí, porque el director técnico fue uno de los primeros en incluir al fútbol del interior dentro de la “albiceleste”. Tanto es así que Tucumán tuvo un lugar preponderante dentro del proceso que se expandió desde 1974 hasta 1982.
El primer tucumano que llega a la cabeza dentro de ese extenso listado es el de Juan José Meza. El ex Central Norte logró conquistar el Mundial Sub-20 de 1979 con la Selección juvenil y compartió plantel con Diego Armando Maradona. “Era alguien que sabía todo de nuestra vida. Tenía un cuidado muy especial, sobre todo con los juveniles, pero con todos los jugadores del fútbol argentino. Los quería a todos, los cuidaba a todos. Quería lo mejor para este país, y lo consiguió”, dijo el futbolista en diálogo con LA GACETA el día del fallecimiento de “Flaco”. “Estaba más allá de lo que era estrategia”, enfatizó.
Sin embargo, no fue el único que tuvo la dicha de cruzar palabras con Menotti. Jacinto Eusebio Roldán, uno de los ídolos de San Martín, también valoró las enseñanzas que obtuvo de “Flaco” en su breve paso por la Selección. Tal es así que, en una entrevista del 23 de febrero de 1983, reconoció que jugar con la camiseta albiceleste fue uno de los mayores logros de su carrera deportiva. “Jugar el preolímpico significó muchísimo”, aseguraba el joven Roldán, en la previa a su viaje a Colombia para calzarse la camiseta del Tolima.
Hoy, a 44 años de aquella experiencia, Roldán todavía mantiene viva ciertas anécdotas con el DT de la Selección. “A él lo escuchábamos una hora. En una práctica para el Preolímpico, estaba jugando para el lado de los suplentes y el técnico era Federico Sacchi. Cuando llegó Menotti, me puso a mí. En esa práctica hice tres goles y quedé como titular”, indicó.
Aquel torneo en Colombia contó con una fuerte participación tucumana. Héctor Gómez también tuvo la dicha de poder escuchar a “Flaco”. “Realmente, no esperaba ser convocado. Después del partido ante Instituto, Dardo (Urchevik) me lo contó y cuando me lo dijo me invadió una gran satisfacción. Después vi en LA GACETA la nómina y cuando llegó el contador Fioretti aquí, me mostró la citación de AFA. Estoy orgulloso de haber sido convocado”, dijo en una entrevista de diciembre de 1979, luego de que Atlético consumará una campaña histórica en el Nacional en la que pisó las semifinales.
La competencia por el puesto era ardua. Pero “Bambino” se sentía con posibilidades de ganarse un puesto. “Me tengo fe porque el único centro delantero neto es (Carlos) Randazzo, de Boca. Se supone que todos tienen condiciones para pelear por un puesto, por eso han sido convocados. Yo confío en mis condiciones”, dijo. “Espero aportar ganas y muchos goles para clasificar a las olimpiadas de Moscú. Pero antes tengo que asegurarme un lugar entre los 18 que irán a Colombia”, añadió.
“Me hace recordar a (René) Houseman, en sus comienzos”, decía “Flaco” sobre José Rafael Tártalo, quien fue una de las piezas fundamentales de aquel certamen. “Jugué casi todos los partidos sin completar los 90 minutos. Me sentía bien. Contra Colombia actúe en el tiempo reglamentario y no lo aguanté. Pienso que cumplí”, decía en un reportaje luego del certamen continental. “Sacchi tiene el mismo fútbol que Menotti”, comparaba, mientras dejaba en claro cuál era su sueño. “Espero jugar el Mundial del 82”, indicaba.
Tampoco se puede olvidar a Juan Carlos Santillán. En aquellos años, el defensor también estaba bajo la órbita de Menotti, aunque no pudo consolidarse dentro de la Selección.
Armando Quinteros también supo lo que es vestir la camiseta de la Selección. Cuando defendía los colores de Vélez en 1975, recibió el llamado para integrar las juveniles en donde compartió plantel con figuras como Daniel Passarella y Jorge Valdano. Incluso, se dio el lujo de disputar con la camiseta de la Selección un amistoso frente a Atlético que se jugó el 7 de mayo de ese año. “Todavía no está descartado. Estamos viendo jugadores. También observaremos a otro chico de Tucumán y otro de Córdoba. La premura de la programación de la serie de partidos que se inicia con el Cosmos nos obligó a traer este plantel integrado por jugadores que ya conocemos”, decía “Flaco” en la visita a Tucumán en la que el seleccionado juvenil enfrentó al Cosmos de Nueva York.
“El momento más importante de mi vida fue cuando Menotti me llamó a la Selección”, reconocía en diálogo con El Gráfico en 1984. “Yo tengo una meta que es ganar un título con San Lorenzo, pero no me olvido de la Selección. Me gustaría una oportunidad. No voy a ser el mejor pero sí en una de esas el más regular, y como (Carlos) Bilardo dijo que todos tenemos posibilidades yo me incluyo. Con una chance de estar en el plantel, me conformo”, completaba.
La lista continúa con Pedro Arturo Monteros. El volante central fue convocado a la Preselección nacional en 1978. “Me recibieron como uno más del equipo. A mí me llevó don Jim López, que me había puesto como titular en Concepción. Estuve un mes en Mar del Plata y pude ver de cerca a (Ubaldo) Fillol, a (Julio Ricardo) Villa, jugadores que siempre admiré. En las prácticas reemplacé a Galván, que estaba desgarrado. Hicimos dos partidos: en el primero, los suplentes ganamos 4-0 y después empatamos 2-2. Para mí, fue una experiencia muy buena. Recibí muchos consejos de Menotti, de los muchachos…”, contaba.
Tampoco se pueden pasar a otras viejas glorias del “decano” como Juan Francisco Castro, Victor Hugo Arroyo y José Lencina. Todos ellos fueron convocados a la Selección del interior en 1974. Un proyecto que permitió que muchos jugadores tengan chances de vestir la camiseta de la Selección. Un año después llegó la convocatoria de René Alderete. El wing era uno de los jugadores destacados de Atlético, pero solo pudo jugar un partido con la Selección.
Raúl Francisco Agüero también tuvo oportunidades con Menotti. Con pasos por Atlético, Rosario Central, Colón, San Martín, entre otros, el delantero solo le quedó una espina clavada en su trayectoria. “Por no ser profesional me perdí el Mundial del 78”, confesaba hace un par de años atrás.
Pedro Evaristo Farías, Carlos Salinas y Juan César Silva fueron integrantes de la “albiceleste” que disputó los Juegos Panamericanos de México 1975.“Menotti era un adelantado, era impresionante. Hacía jugar a los equipos como ahora lo hace Guardiola en Manchester City. Siempre buscaba jugadores de buen pie, le interesaba la tenencia. No tenía mucha preocupación por la recuperación de la pelota como otros entrenadores. Esa experiencia me dejó grandes enseñanzas”, recordaba Farías en una entrevista reciente con LA GACETA.
“Semilla” Salinas, en tanto, fue una de las grandes estrellas de Boca de Carlos Lorenzo y se había ganado los elogios de Menotti. “Lo único que lamento es no haber estado esta noche en Buenos Aires –jugaba Boca frente a Borussia Mönchengladbach- para verlo al ‘Loco’ Salinas ante los alemanes”, decía “Flaco”, sobre aquel partido que a la postre derivó en la consagración del “xeneize”.
Todo esto deja en claro que, para “Flaco”, el talento iba más allá de lo que sucedía en el torneo Metropolitano. Claro, desde la concepción menottista, el talento futbolístico de Argentina estaba desparramado en cada ciudad y pueblo del país. Así, constituyó un proceso que dejó grandes recuerdos a los futbolistas tucumanos que, en algún momento, anhelan repetir.