¿A quién no le gustaría trabajar, tener gimnasio gratis, clases de inglés y pagas dobles? Esto podría ser posible para cualquiera que resida en España y que esté dispuesto a trabajar en los servicios gastronómicos. Se debe a la escasez de meseros o camareros, un desafío creciente que afecta al sector de la hospitalidad en Europa.
Según un estudio publicado por Arcano Research, una unidad de análisis e investigaciones de mercado, se trata de una problemática que se ha acentuado en los últimos años, específicamente a partir de la pandemia de la covid-19. Desde 2019 a 2023, los bares y restaurantes españoles han perdido nada menos que 32.000 empleados, situación que podría repercutir positivamente en jóvenes inmigrantes latinoamericanos que buscan su primer trabajo en España.
Ante la falta de mozos, los dueños de restaurantes están haciendo todo lo posible para atraer personal. Una publicación reciente de La Vanguardia advierte que entre finales de abril y este mes se publicaron más de 1.000 ofertas de empleo en Infojobs, la mayoría para establecimientos ubicados en Madrid y en Barcelona. Los avisos ofrecen salarios y horarios transparentes; descuentos en negocios del grupo; clases de inglés y gimnasios gratis.
Dos ejemplos de estos beneficios son los locales Tortillez, donde recompensan económicamente a los buenos empleados, y Grosso Napoletano, que desde 2022 tiene “La Scuola di Grosso: Pizzería”, en la que forman a nuevos -pizzaioli- para que conozcan y aprendan el arte de la pizza napolitana.
La otra mirada
Pero tan generosa oferta sembró dudas respecto a las verdaderas intenciones de los empleadores. “Está bien que busquen personal, siempre que no sea una estrategia para encubrir horarios indecentes o malos sueldos“, dijo Jesús Soriano, autor de la exitosa cuenta de X (ex Twitter), @SoyCamarero, con más de 150.000 seguidores. El influencer expuso que, si no hay camareros, no es por falta de ganas ni porque no haya gente formada, sino porque se han visto obligados a irse a otros países a trabajar o han elegido profesiones “donde las condiciones sean mejores”.
En sus redes, Soriano comparte las injusticias que se producen en el sector y reconoce que le llegan menos denuncias de trabajos precarios desde hace unos meses. “Llevo unos siete u ocho años en esto y he notado una bajada de denuncias. Los empresarios al fin se están dando cuenta de que deben mejorar las condiciones y estas ventajas que están ofreciendo para captar personal también son una muestra de ello”, concluye.