Durante el Challenger de tenis que se disputó en Lawn Tennis, uno de los competidores, Mariano Kestelboim, contó en su cuenta de TikTok que se había alojado en la habitación 514 del Catalinas Park, justo donde Pablo Amín asesinó a su pareja 17 años atrás. Ahora, en un segundo video, Kestelboim contó cómo siguió su estadía en el lugar.
“Mi amigo me terminó de contar lo que había pasado en la habitación y me dice 'tengo una cama de más, quedate conmigo y después ves'”, relató Kestelboim, que sin embargo, reveló que no estaba convencido de cambiar de habitación. “Le dije 'gracias, pero la verdad no me quiero cambiar'”, agregó.
El tenista porteño contó que, en la cena, debatió sobre la situación con algunos de sus colegas, pero seguía sin la convicción de cambiarse. De todas maneras, fue a hablar con el recepcionista, a quien le contó qué habitación le había tocado; a lo que el trabajador reaccionó con risas.
“Me empezó a contar que ahora mucha gente quiere la habitación, que tiene ese no sé qué, como que el aura… algo distinto”, reveló Kestelboim, que, finalmente, decidió permanecer en la habitación. “No pasó nada, y ahora estoy acá en Italia, vivito y coleando”, cerró el porteño.
La particular reacción del tenista que se alojó en la habitación del crimen cometido por Pablo Amín
El Challenger disputado en Tucumán la última semana reunió a más de 40 tenistas profesionales en la provincia. Entre ellos, Mariano Kestelboim, que durante su estadía en el hotel Catalinas Park, descubrió la sombría historia de la habitación donde se alojaba.
Al tenista bonaerense, de 28 años y 564° del ranking mundial, le tocó dormir en la habitación 514; la misma en la que 17 años atrás, Pablo Amín asesinó a su pareja María Marta Arias. Claro, en su llegada a la provincia, Kestelboim desconocía totalmente la historia.
En un video en su cuenta de TikTok, el tenista bonaerense contó cómo se enteró. “Bajo a cenar, llego al hall, y me cruzo con dos tenistas. Me preguntan 'che, ¿en qué habitación estás vos?', le digo '514, ¿por?'. Ahí se miran entre ellos, y dicen '¿se lo contamos?'”, relató Kestelboim.
Claro, ante esa reacción de sus colegas, el tenista pidió una explicación, a lo que le mostraron, en un celular, la nota de LA GACETA que relataba el caso Amín. “Yo me quedo helado, tipo escalofríos... Estaba yendo a cenar, son las 10 de la noche, no tengo ganas de cambiarme de habitación, pero tengo miedo”, agregó Kestelboim, con cara de susto, contando que también se enteró que la pieza estuvo clausurada durante mucho tiempo.