Con la nueva baja de la tasa de referencia del Banco Central, la cotización del dólar “blue” congelada y el bitcoin retrocediendo hasta un 15 %, la única inversión que le ganó a la inflación en estos primeros cuatro meses fue el plazo fijo UVA, según una comparación hecha en base a una inversión de $ 1 millón dese comienzos de 2024.
Bajo esos parámetros, iProfesional trazó comparaciones entre los instrumentos más populares entre los inversores argentinos: dólar oficial y libre (Mep, blue y contado con liquidación), plazo fijo tradicional y UVA, bitcoin, oro y acciones.
Con el dólar como principal refugio de los ahorros de los argentinos, su precio se ha mantenido relativamente estable hasta fines de abril, mostrando una inercia inflacionaria cada vez menor, ubicándose alrededor del 8% mensual.
Mientras tanto, el Gobierno continuó con su política de reducción de la tasa de interés de referencia, algo que se hizo efectivo, de nuevo, el primer día hábil de mayo. Actualmente, un plazo fijo tradicional ofrece una tasa nominal anual (TNA) cercana al 40%.
¿Cuál fue la mejor inversión en los primeros cuatro meses?
Siguiendo con el análisis del medio especializado en noticias económicas, el plazo fijo UVA a 180 días, que ajusta su rendimiento según el índice de precios al consumidor (IPC), acumuló una renta del 93% en el primer cuatrimestre del 2024. Esta cifra supera ampliamente las escaladas de la inflación, el índice de acciones líderes (Merval), que llegó al 12 % y el bitcoin, que cayó un 15 % en dólares, convirtiéndose en una opción atractiva para los inversores que buscan protegerse del aumento de precios.
Para pasarlo en limpio, si en enero se depositaba $1.000.000 en plazo fijo UVA, en el cierre de abril el capital total habría sido de $1.928.000. “El plazo fijo nominado en UVAs continúa resultando el claro dominador de las inversiones realizadas en 2024 y el mes pasado no fue la excepción, al superar a los activos bursátiles y a la valorización en moneda doméstica del oro. De esta forma, la UVA continúa captando con 45 días de rezago un proceso descendente en la suba del IPC, situación que la torna ventajosa frente a otras alternativas que, como el dólar estadounidense, evolucionan a un ritmo sumamente acotado”, explicó a iProfesional Andrés Méndez, director de AMF Economía.
¿Cuál fue la peor inversión en los primeros cuatro meses del año?
Si se analiza cuál fue la peor inversión, Méndez no dejó dudas: “En el extremo poco privilegiado se ubicaron aquellos ahorristas que optaron por el dólar ‘blue’, que en 4 meses han resignado 37% de la capacidad de compra de sus dólares”.
¿En qué instrumentos conviene invertir los ahorros en 2024?
“Para los próximos meses, la luz de los plazos fijos UVA continuará brillando. Concretamente, el cálculo de la UVA que opera con un rezago de 45 días y que en 2023 envió a los rendimientos de esta colocación ‘al fondo de la tabla’, podrá resarcir a sus tenedores durante el transcurso de 2024”, vaticinó Méndez.
En el mismo medio, hace unos días, el analista Salvador Di Stéfano, había sostenido que, con una expectativa de inflación a 12 meses en torno del 59% anual, la tasa de plazo fijo sería negativa y en torno al 7%.
Mientras tanto, Di Stéfano continuó apostando por los bonos CER, que “han reacomodado su rendimiento y en muchos casos han comenzado a mostrar tasas positivas, lo que los hacen competitivos versus los plazos fijos UVA, con la diferencia que estos son de corto plazo, y los bonos están a plazos más elevados”.
Como dato alentador, el economista comentó que “daría la impresión que el mercado tiene por delante un rally adicional de precios, ya sea en los bonos soberanos en dólares, como también los bonos en pesos ajustados por CER”. Hay que recordar que, por ejemplo, el TX28 mostró un retroceso del 13% en los últimos 15 días.
Con la tasa de plazo fijo poco atractiva, Di Stéfano dijo que “no se observa, por ahora, una migración masiva de dinero de los bancos hacia otros instrumentos de renta fija o variable”, pero se mostró optimista al asegurar que “las acciones también deberían verse muy beneficiadas, ya que el mayor enemigo de la renta variable es la tasa de interés, y el Gobierno, adrede, la llevó a niveles extremadamente bajos, tan bajos, que muchas empresas se financian en el mercado para no vender a precios bajos sus stocks”.