La idea de que una copa de vino tinto al día puede ser beneficiosa para la salud cardiovascular fue un punto de debate durante décadas.
Sin embargo, un nuevo estudio científico liderado por la Universidad de Harvard desafía esta noción, sugiriendo que cualquier cantidad de alcohol puede tener efectos perjudiciales en el corazón.
El estudio de Harvard: desmitificando el vínculo entre el alcohol y la salud cardíaca
Este estudio, coordinado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), el Hospital de Massachusetts y el Instituto Broad, analizó datos de más de 370.000 adultos con una edad promedio de 57 años y una ingesta semanal de nueve bebidas alcohólicas. Contrariamente a la creencia popular, los investigadores encontraron que el consumo moderado de alcohol no se asociaba con un menor riesgo de problemas cardíacos.
En lugar de ello, descubrieron que aquellos que consumían alcohol de forma moderada también tenían estilos de vida más saludables en general. Esto incluía una mayor actividad física, una dieta más rica en vegetales y una menor propensión al tabaquismo. Según los científicos de Harvard, estos factores contribuyen más a la salud cardiovascular que el consumo de vino.
Técnicas genéticas avanzadas y conclusiones del estudio
El autor principal del estudio, Krishna G. Aragam, cardiólogo en MGH y científico asociado en el Instituto Broad, resaltó el uso de técnicas genéticas avanzadas para evaluar la relación entre el consumo de alcohol y las enfermedades cardiovasculares. Utilizando análisis genéticos mendelianos, el estudio concluyó que un mayor consumo de alcohol estaba asociado con un mayor riesgo de hipertensión y problemas arteriales.
Los resultados indicaron que la cantidad de tragos tenía un impacto directo en el riesgo cardiovascular. Se estableció que 7 copas representaban un riesgo bajo, mientras que 14 aumentaban el riesgo y, a partir de 21, la situación se volvía más preocupante.
Implicancias para la salud pública y recomendaciones finales
El respaldo adicional del Mass General Brigham Biobank, que incluyó a 30.716 participantes, apoyó la idea de que reducir el consumo de alcohol tiene beneficios para la salud cardiovascular.
Los hallazgos sugieren que no se debe recomendar la ingesta de alcohol para mejorar la salud del corazón. Más bien, reducir el consumo probablemente disminuirá el riesgo en todos los individuos, aunque en diferentes grados según el nivel actual de adicción.
Este estudio desafía la noción popular de que el vino hace bien al corazón y destaca la importancia de adoptar hábitos de vida saludables para proteger la salud cardiovascular.