MADRID, España.- El anuncio del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, de que evalúa dimitir tras la apertura de una investigación judicial sobre su esposa conmocionó al país.
Asiduo a los golpes de efecto, el mandatario socialista amenazó con dimitir en una carta de cuatro páginas que publicó en su cuenta en X, sin informar antes ni a sus ministros más cercanos.
La misiva de Sánchez denuncia “la gravedad de los ataques” contra él y su esposa, enmarcados, a su juicio, es una campaña de acoso y desestabilización emprendida por la derecha y la extrema derecha “que no aceptan el veredicto de las urnas”.
La investigación contra su esposa, Begoña Gómez, por presunto tráfico de influencias y corrupción, a pedido de una asociación de extrema derecha, estaría inserta en esta campaña. Lo que detonó la crisis abrupta fue la decisión de un juzgado español de admitir una denuncia de Manos Limpias, un grupo conocido por presentar querellas en los tribunales contra políticos y otros españoles destacados.
El grupo presentó una denuncia en la que acusaba a Gómez de tráfico de influencias y corrupción, citando como posibles pruebas artículos publicados en internet que, según ha reconocido, podrían contener información falsa. El magistrado ordenó una investigación preliminar basada en esos informes en línea.
Dos de los artículos afirman que, en 2020, Gómez firmó dos cartas de recomendación para apoyar la licitación de un contrato público por parte de un grupo de empresas con las que tiene vínculos personales y profesionales. Las notas afirman que el principal accionista del grupo diseñó el máster que Gómez dirigió en la Universidad Complutense de Madrid y que las empresas respaldadas por Gómez compitieron con 20 rivales y obtuvieron tres contratos por valor de más de 10 millones de euros, o unos 10,7 millones de dólares. La denuncia de Manos Limpias también cita un artículo de la publicación on line “El Confidencial” en el que se afirmaba que Gómez se había reunido en 2020 con representantes de Air Europa, una aerolínea española, para firmar un acuerdo confidencial por el que la aerolínea pagaría 40.000 euros al año (43.000 dólares) al Africa Center que ella dirigía en una universidad privada. Meses después, la aerolínea recibió más de 400 millones de euros en fondos de rescate durante la pandemia. En un comunicado, el Africa Center negó haber recibido “jamás aportación dineraria alguna” de la empresa matriz de Air Europa o de sus filiales. La prensa española ha informado ampliamente que se demostró ya que uno de los artículos citados por Manos Limpias era erróneo.
“Sánchez es un animal político que ha decidido pasar al ataque, para cambiar las coordenadas de la conversación pública”, dijo Oriol Bartomeus, politólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona. “Da un golpe sobre la mesa” con la finalidad de volver a poner el foco donde él quiere, según Paloma Román, doctora en Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid.
El presidente del gobierno, que canceló sus actividades públicas, incluidas las de la campaña para las elecciones regionales del 12 de mayo en Cataluña, anunciará el lunes su decisión a la prensa.
Una de sus opciones es someterse a una cuestión de confianza en el Parlamento, para demostrar que él y su gobierno siguen contando con el apoyo de la mayoría en el Congreso de los Diputados.
El independentista catalán Carles Puigdemont, aliado impredecible, instó a Sánchez a someterse a ese examen, opción poco arriesgada ya que para superarlo necesita mayoría simple de los diputados. “Podemos” fustigó los ataques de la derecha política, mediática y judicial contra Sánchez y la izquierda y los separatistas catalanes darán su voto a favor en una cuestión de confianza.
Si Sánchez, en el poder desde 2018, renuncia, los socialistas podrían proponer a otra persona para ser investida como presidente del gobierno por el Congreso, una hipótesis poco probable.
El nombre que más suena es el de la número dos del gobierno, María Jesús Montero, ministra de Hacienda y antigua portavoz del ejecutivo. A ella le sería difícil armar una mayoría en la cámara baja, estima Barroso.