Justo antes de comenzar su combate ante Arkady Osipyan por un torneo Hardcore MMA en Rusia, donde terminaría cayendo por KO en el primer round, el luchador iraní Ali Heibati llevó adelante una repudiable acción que le terminó costando carísimo: fue sancionado de por vida.
¿Qué pasó? Una mujer llamada Maria cruzó el ring para anunciar el comienzo del primer round con un cartel, y mientras lo hacía, Heibati le propinó una patada en la cola. En el video difundido en redes sociales, se ve Maria rápidamente ir a increparlo, por lo que tuvo que intervenir el árbitro.
Luego de hacerse público el hecho, Heibati salió a pedir disculpas en un video donde está parado junto a la mujer que agredió. “Estaba tenso y, como la mayoría entiende, las emociones florecen en la pelea, por eso antes de la pelea actué mal con María. Quiero disculparme públicamente con ella. Soy un hombre casado, por lo que respeto el género femenino. Ella estaba haciendo su trabajo y yo, después de la pelea, tampoco me confesé culpable, porque también me golpearon en la cabeza”, explicó el iraní.
Esas disculpas públicas no evitaron que la Hard Fighting Championship (HFC) lo suspendiera de por vida de sus competencias, luego de ya tenerlo en la mira por actitudes previas, que incitaban a la violencia.
La particular reacción del tenista que se alojó en la habitación del crimen cometido por Pablo Amín
El Challenger disputado en Tucumán la última semana reunió a más de 40 tenistas profesionales en la provincia. Entre ellos, Mariano Kestelboim, que durante su estadía en el hotel Catalinas Park, descubrió la sombría historia de la habitación donde se alojaba.
Al tenista bonaerense, de 28 años y 564° del ranking mundial, le tocó dormir en la habitación 514; la misma en la que 17 años atrás, Pablo Amín asesinó a su pareja María Marta Arias. Claro, en su llegada a la provincia, Kestelboim desconocía totalmente la historia.
En un video en su cuenta de TikTok, el tenista bonaerense contó cómo se enteró. “Bajo a cenar, llego al hall, y me cruzo con dos tenistas. Me preguntan 'che, ¿en qué habitación estás vos?', le digo '514, ¿por?'. Ahí se miran entre ellos, y dicen '¿se lo contamos?'”, relató Kestelboim.
Claro, ante esa reacción de sus colegas, el tenista pidió una explicación, a lo que le mostraron, en un celular, la nota de LA GACETA que relataba el caso Amín. “Yo me quedo helado, tipo escalofríos... Estaba yendo a cenar, son las 10 de la noche, no tengo ganas de cambiarme de habitación, pero tengo miedo”, agregó Kestelboim, con cara de susto, contando que también se enteró que la pieza estuvo clausurada durante mucho tiempo.
“No sé qué hacer; me quedo, me voy… ¿qué harían ustedes?”, consultó Kestelboim a sus seguidores en el final del video. Aunque no volvió a referirse al tema en posteriores publicaciones, finalmente se quedó en la habitación durante el resto de su estadía.