La naturaleza tiene virtudes inagotables. Así como nos ofrece imponentes y disfrutables paisajes también nos ofrece alimentos que tienen múltiples beneficios para nuestra salud. La clave está en conocerlos y saber incorporarlos a nuestra dieta diaria.

El planeta Tierra nos regala maravillas beneficiosas. Ese es el caso de su vegetación que además de aportar miles de beneficios climáticos al regular la temperatura que permiten que el planeta sea habitable, sirven para la alimentación y tienen miles de beneficios medicinales que a lo largo del tiempo fueron descubriéndose.

El aloe vera, una planta llena de beneficios

Por milenios se han utilizado las plantas para curar enfermedades. Múltiples hierbas medicinales se han consagrado como benefactoras de la salud y ese es el caso de el aloe vera, planta por excelencia ventajosa para la salud. Pero no son solo sus propiedades humectantes y cicatrizantes las que la escalan entre las demás especies, sino que además su aporte de vitaminas, su capacidad antiinflamatoria y sus demás virtudes la hacen una potenciadora del bienestar.

Contiene propiedades regenerativas, por lo que es un aliado clave en la regeneración de la piel en casos de heridas, ampollas y otras lesiones cutáneas. La aloína presente en sus hojas funciona como antiinflamatorio, lo cual reduce el acné, psoriasis y eczema. También puede mejorar el tránsito intestinal, por lo que alivia el estreñimiento y actúa como laxante natural.

Su alta cantidad de antioxidantes combate los radicales libres, por lo que retrasa el envejecimiento de las células y puede llegar a prevenir el desarrollo de enfermedades como el cáncer. Diversos estudios afirman que el consumo regular de aloe vera podría mejorar la sensibilidad a la insulina del organismo, lo que ayuda en el control de la azúcar en la sangre.

¿Cómo consumir aloe vera para potenciar nuestra alud?

La presentación más conocida del aloe vera es en cremas hidratantes. Sin embargo, para aprovechar todos sus beneficios, puede ser consumida de diversas formas como son:

- Jugo de aloe vera: puede ser preparado de forma casera al extraer el gel de las hojas.

- Cápsulas o complementos: se puede comprar en dietéticas en forma de suplemento alimenticio.

- Batidos y bebidas: el gel de las hojas puede ser agregado a los batidos.

- Té de aloe vera: mezclar el gel con agua caliente y agregar miel o limón para mejorar el sabor.