En una sesión que prometía debatir importantes pliegos de embajadores y tratados internacionales, el Senado sorprendió al aprobar, de forma repentina y sin debate, un polémico aumento en las dietas de sus legisladores. El proyecto 615/24, que establece que los parlamentarios pasarán a percibir el doble de lo que reciben actualmente, se coló en la agenda de la sesión, eclipsando otros temas.
El incremento, que entrará en vigencia a partir de mayo, fue aprobado por la mayoría de los senadores presentes, quienes votaron a mano alzada sin brindar explicaciones ni justificaciones públicas. "La casta se juntó para aumentarse los sueldos", denunció el jefe de bloque oficialista, Ezequiel Atauche, expresando el descontento dentro de su propio partido.
Los senadores de La Libertad Avanza (LLA), en tanto, se posicionaron en contra de la medida, destacando su rechazo a esta muestra de autocomplacencia por parte de sus colegas.
Según fuentes cercanas al Senado, legisladores de diferentes sectores habrían aprovechado la distracción de la sesión para impulsar el proyecto de aumento de dietas, ligándolo a un mecanismo de actualización vinculado al valor del módulo que perciben los empleados legislativos.
Entre los firmantes de la iniciativa figuran el salteño Juan Carlos Romero (Cambio Federal), la neuquina Lucila Crexell (Comunidad Neuquén) y los radicales Daniel Kroneberger (La Pampa) y Pablo Blanco (Tierra del Fuego).
Los legisladores del Frente PRO (del cual forma parte el tucumano Partido de la Justicia Social, representado por Beatriz Ávila) precisaron que los seis integrantes del espacio se abstuvieron de levantar la mano.
“Una verguenza, absolutamente inoportuno y sin ninguna empatía con el difícil momento que viven la mayoría de los argentinos. Nos opusimos al tratamiento sobre tablas y votamos en cntra del proyecto, que lo expliquen y se hagan responsables los que lo impulsaron y lo votaron”, dijo, por su parte, Luis Juez.
Aunque el oficialismo (Libertarios) no respaldó la medida con su voto, se especuló que estaba al tanto de la idea, la cual habría surgido durante una reunión previa de Labor Parlamentaria. Se señala que esta iniciativa habría sido motivada por la insatisfacción generada por recientes disposiciones de ascensos en la Secretaría General de la Presidencia, particularmente el ascenso del vocero presidencial, Manuel Adorni, a secretario de Estado, con un considerable aumento salarial.
El incremento salarial del vocero presidencial, que se estima en alrededor de $200,000, habría sido el catalizador de la discusión sobre el aumento de las dietas de los senadores. Este nuevo esquema salarial aumentaría significativamente los ingresos de los legisladores, pasando de aproximadamente 1.7 millones de pesos a cerca de 4 millones de pesos en mano.
La decisión del Senado llega en un momento delicado, con la reciente controversia desatada por el aumento del 29.92% otorgado a los legisladores en febrero, lo que ha generado un clima de descontento y críticas por parte de la opinión pública.
Ante el revuelo, la vicepresidenta se desmarcó del relato libertario y manifestó su desacuerdo con el pedido de Milei, reconociendo que esta debería ser una decisión tomada por los propios senadores. Aunque se intentó resistir a la contramarcha, la presión pública y la necesidad de evitar un enfrentamiento con el presidente llevaron a una rápida aceptación del aumento por parte de las autoridades del Senado. Sin embargo, la falta de debate y transparencia en este proceso continúa generando desconfianza .