Un día como hoy, pero de 1989, en la Ciudadela jugaban San Martín de Tucumán y Boca. El “xeneize” peleaba un mano a mano contra Independiente por el título. Por su parte, el “santo” buscaba mantener la categoría. El partido, que se disputó en presencia de casi 30.000 personas no finalizó, debido que a los 35 del segundo tiempo por una pedrada que impactó en el rostro de Claudio Marangoni.
El partido había sido intenso. A los 40 minutos de juego, Jorge Comas abrió el marcador. Y cuando San Martín, buscaba el empate una piedra arrojada desde la tribuna le partió la cabeza a Marangoni. El árbitro Ricardo Calabria decidió la suspensión del partido. “Constaté las lesiones personalmente, la lesión del arquero (en referencia a Navarro Montoya) fue posterior a la jugada donde me percato que está caído. El partido transitaba los carriles normales, el gol de Boca crea un poco de duda porque la red estaba rota, pero yo advertí con claridad que la pelota había ingresado, venía siguiendo la jugada”, explicó el árbitro en ese momento a LA GACETA.
Las crónicas de la época relatan que aquella tarde comenzó a cristalizarse el descenso del “santo” debido a que AFA luego le quitaría cuatro puntos, lo que prácticamente terminó condenándolo a perder la categoría.
Como resultado de los incidentes, Marangoni, Julio Fernando Navarro Montoya y un auxiliar del “xeneize” salieron con algunas heridas. La más notoria fue la lesión de Marangoni en el pómulo derecho, al que debieron realizarle tres puntos de sutura. “No entiendo la actitud de esos inadaptados, vienen a una cancha a descargar sus amarguras con agresiones cobardes”, dijo, en ese momento, a LA GACETA el jugador de Boca.