Por primera vez desde que se puso en vigencia la Ley de Narcomenudeo, se ventilarán en la audiencia que se hará hoy los detalles de una causa por comercialización de drogas sintéticas. Además, es la segunda vez en menos de cuatro meses que el ambiente de las fiestas electrónicas quedó en la mira de los investigadores por este ilícito.
El domingo por la mañana, efectivos de Drogas Peligrosas de la Policía Federal se presentaron en una finca de Tafí Viejo donde se realizaba un after, nombre con el que se conoce a las reuniones que se desarrollan sin ningún tipo de autorización. Paralelamente, los investigadores se presentaron en un domicilio de barrio Sur.
En los procedimientos se secuestraron éxtasis, LSD-25, ketamina, marihuana, cocaína y tusi (cocaína rosa), como también dinero en efectivo y dos automóviles. Fueron detenidos C.F y M.C.
El fiscal José Sanjuán inició una investigación al sospechar que en la provincia existía una banda que se dedicaba a organizar este tipo de reuniones para comercializar las drogas. Por primera vez desde que está en vigencia la Ley de Narcomenudeo, convocó a una fuerza nacional para que reunieran pruebas.
“Este es un expediente distinto porque hablamos de sustancias que tienen otro tipo de público. Hablamos de consumidores que tienen otro nivel social y económico”, sostuvo una fuente. “Además, es un serio llamado de atención sobre este tipo de fiestas que se realizan por la falta de controles”, explicó el mismo vocero de la Justicia provincial.
Esta causa se inició por otro expediente que tuvo que ver con una tragedia: la muerte del joven salteño Andrés Rodríguez Bonazzi (26 años), que falleció después de haberse descompuesto mientras participaba en una fiesta electrónica en el club Central Córdoba.
El fiscal Ignacio López Bustos comenzó a investigar el caso. Con el tiempo y después de haber analizado los informes de la autopsia y los estudios toxicológicos que se realizaron, confirmó que el fallecimiento se había producido por causas naturales y no por el consumo de drogas.
El representante del Ministerio Público archivó la causa de la muerte de Bonazzi, pero envió copia a Sanjuán de todas las averiguaciones que había realizado sobre la venta de drogas sintéticas en las fiestas electrónicas que se realizaban en la provincia, Ese fue el puntapié inicial de la pesquisa que terminó con el procedimiento del domingo.
Los investigadores de Drogas Peligrosas comenzarán a indagar varias líneas. Realizando tareas de inteligencia e infiltrándose en algunas fiestas, determinaron cuál era el modus operandi de los señalados. Según explicaron fuentes judiciales, organizaban encuentros clandestinos que mayoritariamente se desarrollaban después de que finalizaban las reuniones que estaban autorizadas legalmente.
Estos afters se promocionan en las redes sociales y a través del boca a boca. Según la teoría de los acusadores, los organizadores aprovechaban estos encuentros para comercializar las sustancias. Hay una línea que indicaría que contaban con personas que vendían entradas con dosis de éxtasis.
En el procedimiento no sólo habrían sumado las pruebas necesarias para sustentar la hipótesis que manejan, sino que además se dieron con otra situación. Podrían haber encontrado a otras personas que no formaban parte de la organización y que vendían dosis por cuenta propia. “Era una suerte de competidores, por decirlo de alguna manera. De todas maneras, queda mucho camino por recorrer”, sostuvo una fuente judicial.