Tenían 55, 40 y 38 años. Mariela López, Gabriela Dos Santos y María Emilia Ardiles compartían una profesión: las tres eran docentes. Sus repentinas muertes, este fin de semana, conmocionaron a quienes las conocían. Y también despertaron la preocupación de los equipos de salud. Estos casos, al igual que otros dos fallecimientos, mostraron algunos puntos en común: mujeres con síntomas de dengue, cuyos cuadros se agravaron rápidamente y terminaron de la peor manera.
El Ministerio de Salud provincial confirmó cuatro decesos por dengue. Hay otros dos fallecimientos que también estarían vinculados a la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti. Se trata de dos jóvenes, de acuerdo con el detalle oficial.
Las autoridades sanitarias aclararon que, para los registros oficiales (el dengue es una enfermedad de notificación obligatoria), no es lo mismo morir de dengue que morir con dengue. Solo en el primero de estos casos, después de un análisis de la historias clínica y de una investigación, se reporta un deceso al Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA).
“Puede ocurrir que una persona tenía comorbilidades y al momento de morir presentaba síntomas de dengue, pero no fue esa la causa del fallecimiento”, aclaró el doctor Luis Medina Ruiz, ministro de Salud. “Para notificar a una persona como fallecida por dengue necesitamos varios elementos. Muchas veces se trata de un paciente que tiene un cuadro grave, mortal, que además en ese momento tenía fiebre, se le hace un test y da positivo”, añadió.
Más de 24.000 casos
El funcionario participó ayer de una nueva Sala de Situación, donde se dio a conocer el informe oficial de cómo avanza la epidemia en la provincia. De acuerdo a las cifras difundidas, todo indica que este brote va rumbo a ser el peor de la historia de la provincia, del país y de la región. En lo que va de esta temporada ya se registraron 24.086 casos de dengue en Tucumán. Desde el miércoles pasado hasta ahora se detectaron unos 800 contagios por día.
La directora de Epidemiología del Siprosa, doctora Romina Cuezzo, remarcó que en las últimas dos semanas hubo un leve descenso en notificaciones de casos de dengue, aunque reconoció que aún no se puede hablar de un amesetamiento en la curva de contagios. “Necesitamos que esa tendencia se mantenga durante varias semanas para evaluarlo. Tenemos casos en todos los departamentos de la provincia. La demanda asistencial en los servicios de salud se mantiene alta, con un leve descenso en las consultas en los últimos días.”, apuntó.
El ministro informó que en este momento 4.600 personas están cursando la enfermedad. Y luego habló de lo que sería el problema que se presenta con esta patología y que está detrás del fatídico último fin de semana, en el que fallecieron cuatro tucumanas.
“Estamos notando cómo personas jóvenes, sobre todo mujeres, sin enfermedades previas, llegan muy tarde, en estado de shock, deshidratadas. Muchas veces nos cuesta recuperarlas”, remarcó. “Nuestro recurso humano está continuamente rescatando en forma inmediata a pacientes. No tenemos dimensión de las decenas de mujeres y varones jóvenes a las que estamos salvando la vida todos los días”, dijo, y luego sostuvo que el tipo de dengue que circula es muy agresivo.
¿Qué es lo que más asusta a los profesionales? Que la consulta no sea oportuna. Hoy el grupo etario de entre 17 y 35 años está teniendo mayor riesgo de complicaciones con la forma grave de la enfermedad, sobre todo las mujeres.
“Los signos de alarma que nos tienen que obligar a hacer una consulta inmediata en cualquier servicio de salud, en el más cercano al domicilio, son el dolor abdominal intenso y la incapacidad de tomar líquidos. Recordemos que esta enfermedad es infecciosa, que consume líquidos de por sí y nosotros necesitamos aportar más líquidos al organismo”, recomendó Medina Ruiz. Además, dijo que debemos estar atentos a las hemorragias, vómitos, diarrea o bajas de presión. “La consulta tiene que ser urgente independientemente de si se trata de una persona joven y deportista. Acá el riesgo es para todos”, sostuvo.
También llamó a la reflexión: “hemos realizado 2.000 operativos de bloqueo. Es muy difícil erradicar el dengue. Visitamos casas con varios pacientes enfermos y que están llenas de recipientes con larvas del mosquito. Es necesario que eliminemos los criaderos de Aedes”.
“Nunca había sacado licencia”
En el Colegio Nacional Bartolomé Mitre ayer fue un día de duelo y tristeza. Docentes, alumnos y padres homenajearon a la docente Mariela López, quien perdió la vida el último fin de semana. “Ella era profesora de Educación Física y desde hace dos semanas estaba muy contenta porque había tomado el cargo de vicedirectora del Turno Noche. Era muy querida en la institución. Nunca antes había sacado licencia. Tuvo síntomas de dengue y el médico le había dado siete días para que se recuperara”, recordó Úrsula Luft Albarracín de Stordeur, vicedirectora interina a cargo de la dirección del colegio. “Dejó un vacío enorme. Fue algo totalmente inesperado y triste”, añadió, y comentó que en la actualidad hay muchos alumnos y docentes de la institución afectados por la epidemia de dengue.
Ayer, la ministra de Educación, Susana Montaldo, informó que el 7% de los educadores transitan la enfermedad y sólo el 4% de los alumnos. Aunque algunos gremios de docentes solicitaron suspender la actividad presencial en las escuelas, la funcionaria dijo que no es necesario, ya que la mayoría de los contagios de dengue no se produce en los establecimientos.
En la escuela Martín Pueyrredón, de Leales, donde enseñaba María Emilia Ardiles, también fue un día de luto. Según contaron sus familiares, empezó a sentirse muy mal mientras cursaba la enfermedad y por ese motivo fue trasladada a un hospital de la capital. Allí se descompensó y finalmente murió.