“Hay que ver cuánto aguanta la gente”, es una de las frases que más se repite en las conversaciones que tiene la dirigencia política y algunos que otros sectores vinculados a los destinos de la economía nacional. En palabras del presidente, Javier Milei, su plan para disminuir el déficit fiscal incluyó “motosierra y licuadora” y en este contexto, el ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que “la sociedad está haciendo un esfuerzo heroico”.
La consultora Taquion dio a conocer, semanas atrás, un trabajo en el que detalló que nueve de cada 10 personas, sobre 1.621 consultados, ajustaron sus gastos en los últimos meses y siete de ellos lo hacen por estricta necesidad, para poder llegar a fin de mes. En este escenario y sin importar la retracción económica, un 46% de los encuestados dijeron estar dispuestos a esperar seis meses o más para ver mejoras macro y microeconómicas.
“La idea de que es necesario ajustarse porque ‘lo que viene es mejor para todos’ prende sobre todo entre los más jóvenes”, detalló la empresa, ya que cerca de un 43% de la población de entre 20 y 30 años muestra acompañamiento hacia las medidas de Milei, a pesar de reducir sus consumos. “Mucho se discute sobre la tolerancia social al plan de gobierno. En este sentido, aun no se registran signos de hartazgo equivalentes a situaciones similares que los argentinos hayan vivido en el pasado. El Presidente todavía logra eludir o mitigar el impacto del descontento social sobre su figura”, advirtieron en Taquion sobre su investigación online.
En contraposición a lo que puede leerse en las encuestas, en distintos sectores sociales de la provincia las perspectivas no son tan optimistas sobre el futuro. Remarcan que la paciencia de la gente es mucho más acotada de lo que se piensa y que eso puede evidenciarse en la conjunción de distintos sectores para oponerse y resistir a las políticas implementadas por la administración libertaria.
Santiago Camuña, referente del Frente de Organizaciones en Lucha en Tucumán (FOL), aseguró que la evolución de las medidas de Milei tienen un alto impacto negativo en los sectores más carenciados. “Lejos de combatir a la casta y afectar esos intereses, el Gobierno está llevando a una situación desesperante a cientos de miles de personas, no solamente a los sectores más vulnerables, sino también a sectores que hasta hace meses podían llegar a fin de mes con uno o dos trabajos precarizados”.
El referente de la FOL sostuvo que la situación alarmante viene arrastrándose desde la gestión anterior de gobierno, pero que las medidas más recientes no hicieron más que agravar el panorama. “No somos optimistas del futuro porque no hay ninguna señal económica ni política de que este Gobierno revierta la situación. Desde diciembres no ha llegado a los merenderos y comedores ni un kilo de alimentos, y nosotros no estamos en desacuerdo con la idea de que se controle ni que la mercadería llegue directamente a los merenderos, pero detrás de esa justificación hay una canallada y hay cientos de miles de niños, de todo el país, que hoy no meriendan ni almuerzan”, aseguró.
En relación a la realidad social y la tolerancia que puede demostrar la ciudadanía a las medidas de ajuste, Camuña dijo que el pueblo argentino ha demostrado que sabe luchar. “No creo que tarde en llegar un ascenso de la lucha y de la organización”, afirmó. Y agregó: “Todavía hay cierta esperanza de algún sector, pero para mí es una esperanza casi de fe, y todavía no ha llegado la peor etapa de los tarifazos y del grueso de medidas tomadas en este corto tiempo”.
Unidad y descontento
Como referente de la organización Primeros los de Abajo e integrante de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), Roque Concha, manifestó que el “relato oficial del crecimiento económico” no se observa en las calles y que, por el contrario, se observa una ciudadanía “deprimida” porque hay preocupación entre quienes “tienen un sueldo porque no les alcanza y mucho más en aquellos que no tienen nada”.
“El pueblo argentino es como que está acostumbrado a soportar hasta que le llega el agua a la nariz y sigue mientras pueda respirar”, dijo el referente. Y añadió que en distintos barrios de la provincia se ve un ascenso continuo de “descontento y bronca” ante las decisiones que impactan sobre personas que cobran el Potenciar Trabajo, pero también en aquellos trabajadores que llegan a ahorrar una parte de sus ingresos y ven como se desvaloriza su dinero. “En estos contextos siempre se perjudica el que menos tiene”, remarcó.
Para Daniel Blanco, de Política Obrera, las políticas del Gobierno nacional han engañado a las clases populares que el año pasado llegaron a confiar en las promesas del dirigente libertario. “En las últimas dos semanas se ha desenvuelto un reguero de procesos de lucha frente a los despidos y los ataques a los trabajadores. El paro nacional docente de la última semana es una muestra clara de ello y es importante entender que sólo con una lucha de conjunto se va a poder defender los derechos y, por lo tanto, derrotar esta política que está generando una tragedia social”, enfatizó el dirigente de izquierda.