La justicia de Concepción concluyó ayer con las testimoniales del juicio oral que ventiló los pormenores de la muerte de cuatro reclusas a causa de la inhalación del monóxido de carbono que generó un incendio en el edificio de la Brigada Femenina, ubicado en Las Heras 51 de esa ciudad.
El hecho se produjo en la tarde del 2 de setiembre de 2021. Ayer la audiencia se realizó de manera virtual y se le brindó a las cuatro uniformadas imputadas por el caso el derecho dar las últimas palabras. Luego el tribunal compuesto por los jueces Cecilia Tasquer (presidente), Elena Grellet y Rodrigo Martiarena, decidió pasar a cuarto intermedio hasta el viernes, cuando se dictará la sentencia.
La tragedia se desencadenó durante una protesta que inició una de las internas quemando un colchón que no era ignífugo. La reclusa reclamaba ser trasladada a la cárcel. En ese contexto fallecieron Yanet Yaqueline Saquilán, María José Saravia, Rocío Micaela Mendoza y Macarena Mailén Salinas. La jefa de la Brigada, la oficial María Fernanda Lazarte, está acusada de “incumplimiento de los deberes de funcionario público” mientras que la sargento ayudante Susana Rodríguez y las cabos Margarita Gutiérrez y Sandra Fabiana Rivarola de “apremios ilegales en su modo comisivo de severidades en concurso real con el delito de abandono de persona, en calidad de coautoras”.
Las últimas tres policías hicieron uso de la opción de que el juicio se realizara en dos etapas y en consecuencia mañana los jueces solo definirán la responsabilidad penal y, en otra audiencia, se discutirá la pena que les correspondería si el fallo les resulta desfavorable. De esa manera, el viernes solo a Lazarte se le podrá dictar condena en caso de ser hallada culpable.
La Fiscalía de Homicidios y Atentados Contra las Personas, a cargo de Miguel Varela, que llevó adelante la investigación, consideró en su imputación que Lazarte como jefa de la Brigada Femenina “no cumplió las tareas de garantizar el acondicionamiento del espacio de detención”, que carecía de salida de emergencia y matafuegos. Además el día del siniestro no se encontraba, como correspondía, en su lugar de trabajo. La acusada argumentó que estuvo ausente a causa de un corte de ruta que le impidió llegar a su sitio laboral. Sin embargo el ministerio público consideró que ésta “podría haber arbitrado los medios para llegar, más aun cuando fue alertada por la guardia de que la reclusa Salinas se encontraba presa de una crisis de nervios, rompiendo cosas y arrojándolas al personal desde su arresto”.
Una “tragedia evitable”
La auxiliar fiscal, Emilia López advirtió además que por distintos testimonios tomó conocimiento la Fiscalía de que Lazarte “nunca se encontraba en su lugar de trabajo cuando familiares intentaban hablar con ella”. La querella asumida por los abogados Luis María Augier, Constanza Bosco, Florencia Vallino, Emilio Guagnini (de la Fundación ANDHES) y Camilo Sleiman del Ministerio Pupilar (que representó a la hija menor de una de las víctimas), coincidieron con los planteos del MPF. Apuntaron que las acusadas “subestimaron una situación que terminó en tragedia y que era evitable”. Advirtieron que Lazarte dejó a la deriva a sus subalternas.
Apuntan al Estado
Los defensores Clara Suárez y Leandro Juárez, pidieron la absolución de las uniformadas planteando que el caso principalmente tuvo como factor de origen un edificio sin las mínimas condiciones de seguridad para alojar reclusas. Consideraron que la responsabilidad primaria recae en el Estado.
Matafuegos vencidos
“Yo no soy una asesina. No somos asesinas, No pudimos llegar a abrir el candado para sacarlas porque el humo no nos dejó. No matamos a nadie”, expresó Rivarola ante los jueces.
“El trato con las internas era humano, solidario. La misma familia lo sabe a pesar de que nos acusan. Tengo paz porque hicimos lo que pudimos para abrir el arresto. Lamentablemente no pudimos”, expuso Gutiérrez.
Lazarte, por su parte, insistió en sostener su inocencia afirmando que siempre fue funcional y diligente desde el momento en que se hizo cargo de la Brigada en el 2018. Aseguró que solicitó en más de una oportunidad a la sesión de ingenieros de la Fuerza que se hicieran presentes en el edificio a fin de que hicieran un relevamiento acerca del edificio. Pero nunca llegaron. Dijo que tampoco tuvo respuesta con los reclamos de renovación de los matafuegos vencidos.