Para bajar de peso o para evitar algunas enfermedades, cada vez son más las personas que eligen sacar de sus dietas a las harinas blancas refinadas. No obstante, los especialistas aconsejan prestar suma atención a los alimentos que elegimos para reemplazarlas, ya que una dieta baja en carbohidratos también puede ocasionar algunos riesgos en la salud.

Paso a paso, cómo preparar la pizza sin horno ni harinas de Ingrid Grudke

 “No está claro qué tipo de posibles riesgos para la salud a largo plazo puede tener una dieta baja en carbohidratos. Si limitas los carbohidratos a largo plazo, es posible que consumas muy pocas vitaminas y minerales, y tengas problemas digestivos. Por otro lado, algunos expertos en salud piensan que comer una gran cantidad de grasa y proteína de origen animal podría aumentar el riesgo de presentar una enfermedad cardíaca o algunos tipos de cáncer”, explican desde Mayo Clinic.

Por eso, es necesario destacar que buscar un reemplazo para las harinas blancas refinadas no significa demonizar a los hidratos de carbono. A continuación te contamos cuáles son las opciones más recomendadas por los profesionales.

Las alternativas a las harinas blancas refinadas

Es importante tener en cuenta que no todas las harinas son iguales. Las harinas integrales, como la harina de trigo integral, la harina de espelta integral o la harina de centeno integral, contienen más fibra y nutrientes que las harinas refinadas y pueden formar parte de una dieta equilibrada.

Así, hay varias alternativas a las harinas refinadas que, de hecho, son nutritivas y beneficiosas para la salud:

Harina de trigo integral: se obtiene moliendo todo el grano de trigo, incluyendo el salvado y el germen. Es más nutritiva que la harina blanca refinada, ya que contiene más fibra, proteínas y otros nutrientes.

Harina de arroz integral: el arroz integral es una buena fuente de carbohidratos complejos, fibra y algunos minerales. La harina de arroz integral es una alternativa sin gluten que puede utilizarse en una gran variedad de recetas como panes, postres y sopas. Los fideos de harina de arroz, por ejemplo, típicos de la gastronomía oriental, ganan cada vez más terreno.

Harina de espelta: la espelta es un tipo de trigo antiguo que ha sido cultivado durante miles de años. La harina de espelta integral es una alternativa nutritiva a la harina de trigo común, con un perfil de nutrientes similar al trigo integral.

Harina de centeno integral: el centeno es otro grano integral que se puede moler para hacer harina. Es rica en fibra y tiene un sabor característico que puede añadir un toque único a las recetas.

Harina de avena: la avena es un cereal integral muy nutritivo. Es rica en fibra soluble, lo que la hace beneficiosa para la salud digestiva y el control del colesterol.

Harina de almendra: hecha de almendras molidas, es una excelente alternativa sin gluten y rica en grasas saludables, antioxidantes, proteínas y fibra. Es ideal para hacer recetas dulces, agregando textura y sabor.

Harina de coco: otra opción sin gluten que se obtiene de la pulpa de coco deshidratada. Es fuente de fibra, proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y baja en carbohidratos, lo que la hace adecuada para diferentes tipos de dietas.

Harina de garbanzo: hecha de garbanzos molidos, es una excelente fuente de proteínas y fibra. Ideal para hacer tortitas, panes o usar como espesante en sopas y salsas.

Harina de soja: está hecha a partir de los granos de soja molidos y es fuente de proteínas, fibra, grasas saludables, vitaminas, como la B, calcio y minerales.

Harina de quinoa: este es un pseudocereal rico en proteínas, hierro, calcio, fósforo, vitamina E, fibra y diversos nutrientes. Tiene un sabor suave y terroso, lo que la hace adecuada para una buena variedad de recetas, desde panes y galletas, hasta tortillas y panqueques.

Pero, si además de reemplazar a las harinas refinadas se quiere eliminar por completo la ingesta de harinas, de cualquier tipo, lo correcto será hablar con un profesional de la salud o un nutricionista para tener una orientación específica según cada necesidad. Además, no hay que olvidar que la mejor dieta es una variedad y equilibrada, que incluya una amplia variedad de alimentos para obtener todos los nutrientes.