Con más de 15.000 casos de dengue confirmados en la provincia y las guardias llenas de pacientes con síntomas de la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti, un concepto que se ha popularizado por estos días es el de las “plaquetas”.
Que los niveles sean bajos, que no levanten después de varios días, que haya riesgo de hemorragias. Las plaquetas se han convertido en una verdadera preocupación para muchas personas en medio de este brote histórico.
En aquellas localidades con alta incidencia de la enfermedad, ya no se diagnostica a los pacientes con test para dengue. Pero sí se les realiza estudios de laboratorio que incluyen hemogramas y recuento de plaquetas a muchas personas que tienen síntomas de la dolencia y nexo epidemiológico. Es una herramienta esencial para seguir la evolución clínica, para actuar a tiempo y prevenir un cuadro grave de la patología.
Los riesgos de una mala coagulación y, en consecuencia, un potencial cuadro hemorrágico, son parámetros que se pueden conocer a través de un análisis de sangre. No obstante, los infectólogos aclaran que los cuadros graves de dengue son los menos. Para tener una idea, actualmente en el sistema público de salud hay 81 pacientes internados, y sólo 15 de ellos se encuentran en terapia intensiva porque su estado es grave y además presentan comorbilidades.
¿Qué son?
Las plaquetas son una parte fundamental de la sangre ya que ayudan a la coagulación. Son famosas por ser las que permiten la cicatrización cada vez que nos lastimamos.
Dentro de los parámetros normales, oscilan entre 150.000 y 450.000 por milímetro cúbico de sangre. Sin embargo, esos valores podrían derrumbarse en un cuadro infeccioso como el que produce el virus del dengue.
El doctor Juan Manuel Núñez, infectólogo del hospital Padilla, explica que el dengue produce trombocitopenia, que es una afección que aparece cuando el recuento de plaquetas de la sangre es demasiado bajo. “Esto ocurre por un fenómeno inmunológico. Es porque el organismo genera transitoriamente anticuerpos contra el virus, y eso causa el descenso de las plaquetas. Sucede generalmente después de los primeros días de la infección. La destrucción más importante de plaquetas se hace más evidente en la etapa crítica de la enfermedad, después del cuarto día”, especifica.
Según detalla Núñez, este fenómeno inmunológico tiende a cambiar después de que mejoran los síntomas de la enfermedad y el nivel de plaquetas se recupera sin ningún tipo de intervención externa ni medicación.
- ¿Qué pasa cuando bajan las plaquetas? ¿Cuál es el riesgo?
- El riesgo de disminución de las plaquetas, cuando es muy importante, se asocia al sangrado. Por eso, es fundamental hacer los controles clínicos y de laboratorio a los pacientes, sobre todo después de los tres o cuatro días de iniciados los síntomas de la enfermedad.
- ¿Algunos pacientes pueden necesitar una transfusión?
- La transfusión de plaquetas es indicación excepcional, cuando hay signos de sangrado evidente o cuando las plaquetas bajaron por debajo de un punto que se considera de gravedad o potencial gravedad medida. Pero aclaro es una medida circunstancial en caso de urgencia.
Valores
Si un análisis indica menos de 10.000 plaquetas significa que el paciente con dengue tiene un alto riesgo de sangrado. Pero también con 50.000 plaquetas podría ser preocupante y los médicos con ese dato suelen aconsejar la internación de la persona. El equipo de salud suele evaluar el recuento de plaquetas en el contexto de los signos de alarma que presenta el paciente.
Esos signos de alarma pueden ser: fuerte dolor abdominal, vómitos persistentes (al menos tres veces en 24 horas), sangrado por la nariz o las encías, sensación de cansancio o irritabilidad. Los síntomas suelen aparecer cuando baja la fiebre, que es lo que se llama “la fase crítica” de la enfermedad.
¿Cuándo suben?
Si no hay complicaciones, las plaquetas se recuperan en un lapso de cuatro o siete días. Si se trata de un cuadro grave, pueden tardar más de dos semanas
Con los glóbulos blancos en descenso y las plaquetas bajas, es el momento menos óptimo para lastimarse y para contagiarse de otra enfermedad. Por eso, lo ideal es guardar reposo. Los médicos ya han atendido casos de pacientes con coinfecciones; por ejemplo, con dengue y covid, y esos cuadros pueden generar complicaciones, advierten.
Dengue grave
Las reinfecciones por diferentes serotipos no siempre ocasionan dengue grave, pero sí son un factor de riesgo. El virus del dengue tiene cuatro serotipos (DEN1, DEN2, DEN3 y DEN4). Si alguien se infecta la primera vez con DEN 1, por ejemplo, va a tener una inmunidad inicial de unos meses para todos los tipos de dengue. Luego, bajan los niveles de anticuerpos y se queda con inmunidad permanente sólo contra la posible reinfección del serotipo que tuvo. Las distintas investigaciones demostraron que, en algunos casos, cuando el cuerpo se ve reinfectado por un subtipo de virus diferente del que produjo la infección inicial, el organismo reacciona con intensa actividad inmunitaria y esto produce una fuerte reacción inflamatoria que hace que el paciente sea más propenso a desarrollar un tipo de dengue grave.
Según describió Núñez el dengue grave se define con tres criterios. Uno es la presencia de hemorragias importantes. El otro cuadro puede ser por afecciones en los órganos y la tercera forma de gravedad es la salida de plasma de los vasos, ocasionando una disminución de la presión muy importante, un shock hipovolémico y/o distrés respiratorio.
Docentes piden vacunación gratuita y que den repelentes a las escuelas
Distintos gremios de docentes solicitaron que se implemente una campaña para vacunar contra el dengue en forma gratuita a todos los educadores.
“Por toda la situación epidemiológica que está atravesando la provincia causada por el aumento de los casos de dengue, el ambiente escolar y de dictado de clases genera un elevado riesgo en la salud de toda la comunidad educativa. Por ello, solicitamos a las autoridades educativas como así a los empleadores que tomen las decisiones correspondientes para el cuidado de los niños, adolescentes y docentes. Además, pedimos que haya una urgente campaña de vacunación gratuita para todos los docentes”, expresó Mario Dionisi, secretario general del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop).
El profesor Antonio Antunez, de la Asociación Provincial de Educadores Tucumanos (As.P.E.T), remarcó que es necesaria una coordinación más efectiva entre las instituciones de la provincia, municipios o comunas para que haya un desmalezamiento continuo y fumigación de las instituciones.
“La docencia está con temores ante esta enfermedad pues lo vivimos a diario, con familiares y algunos de nuestros niños y sus padres que padecen la patología. Es necesario que se implemente desde la provincia, a través del Sistema de Salud, como en tiempos de pandemia, con un operativo para proveer de elementos para combatir la enfermedad: repelentes, elementos de limpieza y un extra de dinero de aprestamiento escolar para poder colocar telas mosquiteras en las aulas, en especial en ventanas y puertas”, sostuvo.
La profesora Liliana Ruiu, por su parte, solicitó que el Subsidio de Salud cubra el análisis del test dengue y la vacuna contra la enfermedad para los docentes.
Habilitan un 0800 para embarazadas con síntomas de la enfermedad
Las embarazadas son uno de los grupos de riesgo ante la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti. Por eso, se habilitó un numero especial para que todas aquellas mujeres que estén embazadas y tengan síntomas de dengue (fiebre alta, dolor de cabeza y de cuerpo, vómitos) puedan comunicarse con el sistema de salud. El número es 0800-122-0405 y está disponible las 24 horas.
Ante el aumento de consultas por esta enfermedad, el Ministerio de Salud de la Provincia preparó en Aguilares un hospital modular, con una ampliación de sus espacios de hidratación para tratar a pacientes que necesiten recibir suero de forma urgente, y hasta una eventual internación. También se habilitaron nuevos espacios en los hospitales de Banda del Río Salí, Alderetes, Lomas de Tafí y en el Avellaneda, informaron oficialmente.