Quizás las virtudes más importantes que debiera tener un canciller serían: cultura, inteligencia, sentido común, empatía con el mundo y sobre todo defensa a ultranza de nuestra soberanía. En tres meses de gestión, y en forma permanente, la canciller Mondino, con sus dichos y actitudes, ha demostrado carecer absolutamente de todas estas virtudes. Además de sus comentarios sobre Malvinas y sobre diversidad sexual, acaba de declarar que los jubilados no necesitarían refuerzos económicos porque de todas formas, morirán pronto. En la actualidad, está tratando de que no regrese a puerto, para ser requisado, un barco que pescó en forma ilegal, y en Mar argentino, 1.600 kg de merluza negra, muchas de las cuales ni siquiera alcanzaban el tamaño de desarrollo requerido, y que debieron ser devueltas al mar. Cerrando el millonario negocio, acaba de nombrar un pariente cercano en el Departamento de Pesca, ante la renuncia de autoridades idóneas y eficientes en los controles.

Fernando Fajre 

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