“Soy inocente. Nunca me tiré contra el Gobierno ni contra la Justicia. No van a encontrar nada porque nunca incité, instigué o invité a un paro policial”, manifestó Walter Moreno, uno de los policías acusados de haber instigado una revuelta policial.
Moreno fue sometido el pasado 27 de febrero a 90 días de prisión preventiva, a pedido de la fiscala Mariana Rivadeneira. Ayer el defensor Julio Mariano Galup solicitó que su pupilo recuperara la libertad mientras continúa ligado al proceso.
El abogado planteó que en las últimas semanas “se pudo entrever que se va diluyendo la cuestión de una incitación a la sedición y en cambio va tomando tintes de un reclamo salarial. No surgen de los mensajes de texto que mi defendido haya estado propagando en otros la necesidad de realizar un paro policial”. En lugar de la preventiva, el defensor propuso que Moreno cumpla medidas de menor intensidad y ofreció una caución con dos fiadores. “Entiendo que el peligro de fuga disminuyó y amerita dictar una medida de morigeración”, sostuvo. La auxiliar fiscal Brenda Deroy se opuso y explicó que las medidas propuestas por Galup no eran congruentes al peligro procesal por el cual Moreno está bajo preventiva, ya que el MPF consideró el riesgo de entorpecimiento de la investigación y no el de fuga.
Respecto del supuesto debilitamiento de la teoría fiscal dijo que “no han dejado de surgir nuevos elementos, nuevos coimputados. No se puede pretender una certeza de juicio a 30 días con una causa que fue declarada compleja debido a la pluralidad de imputados y a la dificultad en la recolección de evidencias”.
El querellante Nicolás López Duchen, que representa al Gobierno de la Provincia, adhirió a la solicitud del MPF. “La teoría del caso no solo no se debilitó sino que se incrementó y tomó fuerza”, manifestó.
Finalmente, el juez Alejandro Valeros resolvió no hacer lugar al pedido de la defensa y dispuso que Moreno continúe cumpliendo la preventiva que ya le había sido impuesta.