La violenta tormenta que azotó la localidad de Río Chico dejó a numerosas familias en una situación desesperada. En menos de una hora, el agua penetró en las casas, alcanzando niveles alarmantes que obligaron a algunos residentes a enfrentarse literalmente al agua al cuello.
Yonathan Pérez, residente afectado por la catástrofe, compartió su desgarrador relato: "La tormenta nos afectó a todas las familias de Santa Rosa (Río Chico). El agua se llevó todo. Somos 30 personas de distintas familias, pero en el mismo lugar perdimos todo porque el agua llegó de repente y no nos dio tiempo a levantar las cosas".
La magnitud de la tragedia es aún difícil de medir, especialmente para aquellos que tenían negocios con mercadería o talleres con maquinarias. Jaqueline, del barrio Hostería, en Aguilares, dijo: "tenemos un taller, todas las máquinas están mojadas. Todavía no podemos medir la magnitud económica porque no sabemos si esas máquinas funcionan y tememos conectar la electricidad".
Defensa Civil proporcionó alimentos, bebidas y mantas a los vecinos más afectados, quienes se vieron obligados a abandonar sus hogares y dirigirse a la ruta en busca de refugio.
"Hay muchos niños que perdieron su ropa y calzados", lamenta Yonathan, destacando las pérdidas personales sufridas por las familias. "No estamos recibiendo ninguna ayuda más que comida por parte de la municipalidad", añadió, subrayando la falta de apoyo en un momento de extrema vulnerabilidad.
A pesar de que el agua finalmente ha comenzado a retroceder, el futuro sigue siendo incierto para estas familias devastadas por la tragedia.