La parálisis del sueño es esa afección que nadie quiere padecer debido a lo que supone vivirla. En muchas ocasiones este trastorno puede resultar perturbador y provocar miedo en quienes lo sufren. El sentirse atrapado en el propio cuerpo es realmente aterrador y puede generar mucho estrés en quienes lo padecen.

La parálisis del sueño se caracteriza por esa palabra que lo identifica, es un momento en que la persona está despierta pero no puede mover ninguna parte del cuerpo, lo que puede generar aprensión y provocar un miedo anticipado a algo que para muchos es tan disfrutable como dormir.

¿De qué se trata la Parálisis del sueño?

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, se trata de un fenómeno en el cual la persona recupera la conciencia mientras el cuerpo sigue paralizado, es decir falto de su movimiento, en la atonía muscular, por la fase REM del sueño, la última etapa del ciclo onírico donde persiste un movimiento ocular rápido y una mayor propensión a los sueños vívidos.

El episodio puede durar unos segundos o unos minutos y el agravante es que puede estar acompañado de alucinaciones. Estas pueden protagonizar los sentidos de la vista o el oído, convenciendo a quienes se encuentran atrapados de que hay un objeto o ser extraño que en realidad no existe. Este fenómeno se denomina Incubus o “alucinaciones del intruso”, y también puede provocar una sensación de presión en el pecho, asfixia y ataques de ansiedad.

Trastornos al dormir: cuáles son las causas y cómo tratar la parálisis del sueño

Las causas, según la entidad médica pueden ser varias, sin embargo no existe una directa. Los trastornos de ansiedad, el consumo excesivo de alcohol, la exposición a eventos traumáticos y los antecedentes familiares de parálisis del sueño son algunas de las raíces de este trastorno. También se vincula el estrés y la mala calidad del sueño con esta problemática.

Aunque no existe una cura o solución a este trastorno, pueden hallarse estrategias y maneras de evitarlo. Debido a la fuerte correlación entre el trastorno y la calidad del sueño, el artículo de la biblioteca de medicina informa que practicar la higiene del sueño puede ayudar a prevenir episodios. Algunos de los hábitos que colaboran a la salud del sueño son los horarios fijos para dormir; evitar la televisión antes de acostarse; aislar el cuarto de sonidos y luces y designar un colchón y almohada cómodos para dormir.