El horizonte político no se despeja y la mirada de los analistas del mercado se posó en el Congreso. El futuro del DNU con el que Javier Milei quiere desregular la economía del país inquieta a los inversores locales, pero también a las calificadoras de riesgo. Esta semana, Standard & Poor´s le bajó la nota a la deuda en pesos luego de que el Gobierno avanzara en el canje para que el Tesoro postergue pagos por $ 42,6 billones. La palabra “default” volvió a merodear, aun cuando es acompañada por el adjetivo “selectivo”. ¿Qué implica?, preguntó un importante hombre de las finanzas a otro ligado a estas calificaciones internacionales de deuda. Los títulos nominados en pesos no son confiables para el mercado, pero la situación puede modificarse en cualquier momento. “Se trata de una cuestión metodológica, ya que participó el sector privado y, de un día para el otro, el rating puede cambiar y volver a la anterior nota”, aclara ese analista de Wall Street.
“Default” es un término que a los argentinos los traslada directamente a lo que pasó a fines de 2001. Pero la Argentina actual dista de aquel escenario. Además, el sistema financiero tiene liquidez, mientras el Gobierno intenta encarrilar la macroeconomía después de décadas de sostenimiento de déficit fiscal financiado con emisión monetaria.
Otra calificadora de riesgo, Moody´s, puso su lupa en las finanzas de varias provincias en un escenario de “no hay plata”. En ese análisis, Buenos Aires, Río Negro y Chaco son las más complicadas para los inversores. Tucumán, en tanto, se ubicó en un lote intermedio, junto con Formosa y Misiones. Su calificación de deuda descendió de “estable” a “negativa”, según la oficina local de Moddy´s. Tucumán sólo tiene un remanente de títulos públicos Consadep, pero no es un distrito emisor de deuda nominada en moneda extranjera, algo que implica una menor exposición a la incertidumbre financiera global. De todas maneras, sobre todas las provincias impacta la caída de la recaudación por efecto de la menor actividad y de la pérdida de transferencias coparticipables nacionales. Ninguna de ellas tiene hoy acceso al crédito voluntario del mercado internacional por el efecto arrastre de un país que, históricamente, incumple con sus compromisos financieros.
Más allá de todo eso, Milei continúa con su plan de eliminación del cepo cambiario. Para eso, una de las claves es robustecer las reservas del Banco Central. Con compras ya por encima de los U$S 10.000 millones, el mercado monitorea esa dinámica para proyectar una posible unificación cambiaria y la salida del cepo. Los ruidos políticos tuvieron como respuesta apenas una moderada reanudación del reacomodamiento en los dólares financieros, dice el economista Gustavo Ber. El dólar “blue”, a su vez, bajó ayer $ 10 y se ubicó en $ 1.025. Esa tendencia no está garantizada. Todo dependerá de cómo le vaya al paquete de medidas de Milei en el Congreso Nacional.