Las hierbas son ese ingrediente de las cocinas que jamás pueden faltar. Son esenciales para otorgarle a la comida el sabor diferente. La albahaca es una de esas imprescindibles para que una comida pueda cerrar su preparación. Pero no sólo son sus atributos culinarios y aromáticos lo que la hacen un alimento excepcional, si no sus propiedades tan bondadosas con la salud.

La albahaca es una hierba sencillísima de cultivar, fácil de conseguir en cualquier lugar y más que adecuada para cualquier preparación. Este condimento, utilizado desde la Antigua Roma, es apreciado por sus cualidades culinarias y por sus impresionantes beneficios para la salud.

La albahaca: una fuente fundamental de potasio

Además de ser fundamental en la gastronomía mediterránea por su capacidad de añadir sabor a los platos, sin recurrir a aditivos nocivos, está comprobado que la albahaca tiene propiedades sumamente beneficiosas para la salud. En primer lugar, esta hierba es una fuente extraordinaria de potasio, un mineral fundamental para el funcionamiento de los riñones y el corazón.

Con un contenido que asciende a 3433 mg por cada 100 g, la albahaca supera ampliamente a alimentos reconocidos por su aporte de potasio, como la banana, la palta y las espinacas.

Es importante saber que la ingesta diaria recomendada de potasio es de 3400 mg para los hombres y 2600 mg para las mujeres. Aunque la cantidad de albahaca que se añade a los platos pueda parecer menor, su alta concentración de potasio asegura que incluso las pequeñas dosis contribuyan a alcanzar los requerimientos diarios.

Además del potasio: otras propiedades beneficiosas para la salud

El uso de hierbas aromáticas se remonta a tiempos antiguos, donde eran valoradas tanto por sus cualidades organolépticas como por sus principios activos:

- Propiedades diuréticas

- Propiedades antisépticas

- Mejoras en la digestión

- Equilibrio hídrico

- Reducción de la inflamación