El informe internacional de marzo de FocusEconomics, donde 40 economistas expertos de bancos y consultoras nacionales y extranjeras realizaron nuevos pronósticos para el precio del dólar oficial, inflación y niveles de actividad para el próximo final de diciembre.
En un contexto de cierta tranquilidad en el mercado, con un Banco Central (BCRA) que robusteció sus reservas y un índice de precios al consumidor (IPC) que se desaceleró más de 7 puntos porcentuales (13,2% en febrero frente al 20,6% de enero), los analistas estiman que el dólar mayorista cerrará el año en $1.702, unos $100 más abajo de las proyecciones del informe anterior para el mismo periodo.
Los economistas coincidieron en que no se mantendrá el crawling-peg de 2%, prefijado por el BCRA, ya que no es sostenible en el tiempo, porque la inflación mensual lo supera ampliamente.
"El peso debería depreciarse en el futuro. El ajuste fiscal es un factor a tener en cuenta", concluye el escrito.
De esta manera, el tipo de cambio mayorista sufriría una suba en todo el 2024 cercana al 110,5%. Así, quedaría 177,5 puntos porcentuales por debajo de la inflación proyectada (287,7%).
Inflación de tres dígitos para 2024
En tanto, a pesar de la desaceleración de la inflación de enero, prevén que los precios aumenten un 287,7% en promedio en 2024. Si bien supone una reducción de 9,2 puntos porcentuales respecto a la encuesta del mes anterior, es una suba de 76,3 p.p frente al índice de 2023.
"Este año la inflación se verá impulsada por la eliminación de los controles de precios y la reducción de la brecha entre los tipos de cambio oficiales y paralelos. El ajuste fiscal, el crecimiento de la oferta monetaria y las modificaciones en el régimen cambiario son factores clave a monitorear", resaltaron desde FocusEconomics.
Además, el informe alerta sobre una caída en la actividad y como consecuencia del crecimiento: los analistas de proyectaron que el PBI se contraerá un 2,7% en 2024, 0,3 puntos porcentuales menos que hace un mes.
"El PBI se verá afectado este año a medida que la demanda interna se vea afectada por las medidas para corregir los desequilibrios macroeconómicos, como el ajuste fiscal sostenido, la devaluación de la moneda y la eliminación de los controles de precios. Un buen desempeño del sector agrícola amortiguará en parte la desaceleración", señalaron los economistas.
Por eso, consideraron que el apoyo parlamentario a las reformas del Gobierno y el malestar social "son factores a tener en cuenta".