Rosario estornuda y en el resto del país las autoridades de seguridad salen corriendo a buscar una frazada para cubrirse. Y Tucumán no es la excepción. “En nuestra provincia hay una clara diferencia: hay una decisión política de luchar contra el tráfico y la comercialización de sustancias. Eso no sucedió durante mucho tiempo en esa ciudad y ahora están sufriendo las consecuencias”, aseguró el secretario de Lucha contra el Narcotráfico Jorge Dib.
El funcionario destacó que el Poder Ejecutivo sigue trabajando en la lucha contra el narcomenudeo. “No sólo se están realizando operativos permanentes, sino que se invirtió en equipos como escáneres móviles y fijos que no lo tiene ninguna provincia. Pero sí estamos atentos a lo que pueda ocurrir en otros distritos”, añadió.
El presidente de la Comisión de Seguridad de la Legislatura, Carlos Najar, coincidió con el funcionario, pero pidió incrementar los controles fronterizos. “Hay sobrados indicios de conexiones entre grupos rosarinos y tucumanos por delitos comunes. Es de esperar que, ante una gran presión policial, busquen refugiarse en otros lugares. Los contactos sirven para eso, escaparse del accionar de la Justicia”, sostuvo.
El legislador oficialista indicó que el problema de Rosario debe ser resuelto cuanto antes. “Quizás hay que buscar otras alternativas porque todo lo implementado en más de una década no dio resultados”, comentó a LA GACETA. “El gobernador (Osvaldo) Jaldo sigue con las gestiones para mejorar los controles. Uno de los avances es la negociación que está realizando para que la provincia cuente con un radar para detectar vuelos narcos”, destacó.
“Creo que aquí hay un problema de base. No se puede combatir la fiebre con paracetamol, sino que se necesitan antibióticos”, explicó el legislador radical José Cano. “Se debe intensificar la inteligencia criminal para vencer a los grandes narcos. Me gustaría saber hace cuánto tiempo que las fuerzas federales no desarticulan una banda importante en la provincia”, se preguntó.
Según Cano, la política contra la narcocriminalidad debe ser extensiva en todo el país y no sólo en una jurisdicción. “Tiene que haber una política criminal importante que ataque a esas organizaciones para que no sigan comercializando drogas. Después, cuando son neutralizadas, además de condenarlos, hay que acabar con su poderío económico para que no operen más”, comentó.
Penalistas tucumanos tampoco se mostraron conformes con los anuncios de la ministra Patricia Bullrich. “Esta es una guerra donde el enemigo no es visible. Hay que luchar contra las grandes organizaciones, no buscar un control exhaustivo en las calles. Hay que desarticular esas bandas porque si las autoridades detienen a un sicario, inmediatamente conseguirán otro”, opinó el abogado José Del Río.
Su colega Aníbal Paz agregó: “todo lo que se pueda hacer en la lucha contra estos grupos es importante, pero siempre respetando la ley. No se puede pretender combatir el delito violando las normas”. “Las autoridades deben ser conscientes que movilizar hombres de las fuerzas federales para reforzar una ciudad, puede generar otra. Es un tema delicado que requiere de un análisis profundo”, finalizó.