Para muchas personas, tomar una taza de café es clave para despabilarse y comenzar el día. Lo consideran una bebida clave para activarse cada día, además, estudios neurocientíficos demuestra como la cafeína tiene otras bondades vinculadas a la memoria.

Florian Koppelstätter, experimentado médico y radiólogo en la Universidad Médica de Inssbruck en Austria, llevó a cabo algunos estudios que demuestran cómo la cafeína aumenta la capacidad de nuestra memoria. "Logramos demostrar que la cafeína estimula una función cerebral más alta por medio de sus efectos en distintas áreas", explicó el especialista.

Koppelstätter y sus colegas usaron imágenes de resonancia magnética funcional para determinar los efectos del consumo de la cafeína en la activación del cerebro en una investigación que se enfocó en el análisis de la memoria a corto plazo.

Cómo la cafeína aumenta la capacidad de nuestra memoria

Los estudios se realizaron utilizando imágenes de resonancia magnética funcional para proporcionar exploraciones de la actividad cerebral con enfoque en la memoria a corto plazo.

El equipo de investigadores mostró a los voluntarios una secuencia de imágenes que sólo contenían las letras A, B, C y D.

Luego se les preguntó si la letra que estaban viendo en un momento específico, era la misma que contenía la penúltima imagen que habían visto.

Se les pidió a los participantes que respondieran tan rápido como pudieran. Durante este estudio, los investigadores dividieron a los participantes en dos grupos, sin que estos supieran.

Los voluntarios del primer grupo recibieron 100 mg de cafeína, aproximadamente equivalentes a dos tazas de café.

Los voluntarios del segundo grupo, recibieron la misma cantidad de una bebida que parecía café, pero no era. Esta “bebida placebo” no contenía cafeína.

El grupo de participantes que ingirió cafeína demostró en promedio mejores habilidades relacionadas a la memoria de corto plazo, y sus tiempos de reacción fueron significativamente mejores que los tiempos del segundo grupo.

El análisis mostró una actividad incrementada en las regiones cerebrales ubicadas en el lóbulo frontal, donde se ubica una parte de la red de memoria de trabajo, y en la corteza cingulada anterior, la parte del cerebro que controla la atención.