El scrum es sin dudas la formación más única y representativa del rugby. En la mayoría de los casos, es la primera imagen de referencia que se viene a la mente al hablar de rugby, sobre todo para los que son ajenos al palo. Al mismo tiempo, se trata de unos de los aspectos más complejos del deporte ovalado, tanto por la sintonía que requiere de sus integrantes para ser eficaz como por gran impacto físico que encierra. Si bien las lesiones son comunes en el rugby por su naturaleza de deporte de contacto, muchas de las más severas y perdurables se producen en ese particular duelo entre packs. Con la necesidad de trabajar sobre la seguridad en el fijo es que hace algunos años surgió a nivel UAR un espacio conformado por referentes de scrum designados por las Uniones provinciales y coordinados bajo la figura de Andrés Bordoy, desde hace tiempo entrenador de scrum de Los Pumas.
En el caso de Tucumán, quienes se desempeñan como representantes en dicho espacio son Omar Moallah y Emannuel Galías. Este último, involucrado desde hace poco más de dos años, explicó a LG Deportiva en qué consiste el propósito de dicho espacio. “Pasa principalmente con trabajar sobre las destrezas técnicas y la formación física específica, apuntando fundamentalmente a la prevención de lesiones. O sea, teniendo la seguridad como bandera principal e innegociable. En síntesis, el propósito es trabajar en pos de un scrum seguro. Después viene todo lo demás: que sea eficiente, que sea exitoso, que sea dominante”, detalló el ex primera línea de Universitario.
Por otro lado, Galías comentó cómo es la metodología de trabajo del espacio de referentes. “Tenemos comunicación constante. Siempre estamos compartiendo informaciones y cosas en un grupo. Por ejemplo, el referente de Mar del Plata comparte un video de un scrum que vio para debatir, o durante el Mundial Andrés iba tirando videos de formaciones para analizar. Además, durante el año siempre se están haciendo brindando capacitaciones y clínicas. Por ejemplo, esta semana se hará un congreso de prejuveniles en Tucumán, en el que como referentes nosotros bajaremos línea sobre el scrum, con recursos para los entrenadores y los jugadores. También se nos pide que capacitemos a quienes pretendan ser acreditados como entrenadores de scrum”, explicó.
Asimismo, Emannuel comentó que Mario Ledesma, durante su etapa como head coach de Los Pumas, pidió trabajar para recuperar la condición de fuente de primeras líneas internacionales que caracterizaba al rugby argentino. “Hace un tiempo dejó de serlo, dejó de exportar tantos primeras líneas. En particular, forwards tucumanos y cordobeses. Se perdieron dos generaciones de primeras líneas porque se empezó a hacer foco en otro tipo de juego, el de los tres cuartos. Entonces él pidió que trabajáramos para recuperar eso”, recordó.
Aspectos clave
Galías enfatiza en la seguridad del scrum como eje principal del trabajo. “Personalmente, me parece que es importante generar conciencia de la formación. Porque nos fijamos mucho en la formación técnica, en la postura y todo eso, pero...¿estamos seguros de este o aquel chico está en condiciones de ejecutar correctamente lo que le estás pidiendo? ¿Tiene una preparación física adecuada? En el Centro de Rugby que dirige Emilio Valdez hemos detectado que muchos chicos no tienen registro del cuerpo, no tienen una percepción incorporada. Por eso mismo estoy trabando en un proyecto que me gustaría implementar, sobre una formación integral en el scrum. Por ejemplo: vos para tener una buena línea de backs tenés que apuntar primero a tres destrezas fundamentales, que son el pase, la recepción del pase y la carrera. Con esas tres destrezas individuales afinadas, vas a poder trabajar en las destrezas de conjunto. En el caso del scrum, vas a tener una formación segura, eficiente y dominante siempre y cuando las destrezas individuales de cada puesto estén bien trabajadas. Cuando mejor está la individualidad, mucho mejor puede llegar a ser la sociedad”, graficó.
Un punto clave a tener en cuenta según Galías (quien actualmente se desempeña también como entrenador de scrum y preparador físico de Lince) es la edad de los jugadores. “Hay clubes que están avanzados y están trabajando estos temas en juveniles. Porque ahí esta el secreto del éxito. Un tipo de 25 a 30 años ya está formado. De alguna manera hay que deconstruirlo y recién construirlo de nuevo. Eso es más difícil que agarrar un chico de 15 años, regar esa plantita y que llegue consolidado a los 20. Sería ideal que en todos los clubes, por lo menos en Primera, haya primeras líneas capacitados para desempeñar esa función a un alto nivel. Eso permitirá que el nivel crezca”, amplificó.
Diagnóstico
La gran pregunta que queda es cuál sería el diagnóstico del scrum actualmente en Tucumán. “Por tradición e idiosincracia, el scrum en Tucumán nunca puede ser malo. Te tengo que decir que es bueno. ¿Es el ideal? No. ¿Está siendo Tucumán productor de primeras líneas de nivel internacional? No, si lo comparás con otros años. ¿Está evolucionando? Eso sí. Los clubes tienen sus referentes de scrum trabajando específicamente para eso. Y si te ponés a ver, por ejemplo Universitario tuvo uno de los scrums más sólidos del Torneo del Interior, y ese nunca fue su fuerte”, concluyó Galías.