En principio, en unos seis días se podría reconstruir el terraplén del puente Quilmes que se llevó el agua del río Santa María. Es decir que habría una solución provisoria para el problema generado este domingo, cuando la crecida fluvial se llevó el extremo oeste y un tramo de unos 20 metros del primer vano de la estructura. A mediados de mes, según explicó el director de Vialidad provincial, se hará un llamado a licitación para la reparación definitiva del sector destruido.

Se trata del mismo problema de hace un año, cuando la fuerza del agua desprendió el mismo sector oeste, donde el río ejerce suma presión. Se debe recomponer el estribo oeste y el tramo del primer vano; reparar y defender los márgenes ubicados al oeste del río y quitar el material del resto de los tramos (11 en total) que, por acumular una gran cantidad de arena y piedras, terminan recargando el sector oeste de la estructura, explicó el funcionario, que describió que las obras, que debieron hacerse el año pasado, se demoraron porque hubo “fracasos a la hora de encontrar un acuerdo con las empresas constructoras” y también a causa de la inestabilidad económica. Dijo que se hizo un plan de reparación integral y que hubo llamados a licitación pero no tuvieron interesados. Añadió que ahora hay renovadas expectativas con respecto al nuevo llamado para realizar la obra, si bien señaló que “ahora buscaremos actuar de urgencia”.

La rotura del tramo del puente genera que un tramo de la ruta provincial 307 que une la ruta nacional 40 con Amaicha  no pueda ser utilizado, por lo cual los pobladores de esta última localidad, para llegar a Colalao del Valle (y viceversa), deben trasladarse hacia el sur por Santa María y regresar al norte por la ruta 40, con un desvío de unos 35 kilómetros. El funcionario reconoció que los desvíos afectan a las poblaciones, aunque aclaró que “no queda ninguna comunidad aislada”.

Hace un año, a propósito de la emergencia causada entonces, un ingeniero -entonces legislador, hoy funcionario del Gobierno-, tras realizar una visita e inspección del estado del puente dijo que se había podido corroborar que la rotura del último tramo hacia el oeste y la destrucción del terraplén de acceso y falso estribo oeste “han sido motivadas casi exclusivamente por el abandono de tareas de mantenimiento, encauce y restitución de márgenes del río Santa María desde 2018”. Dijo que el sector este de la estructura estaba cubierto y anulada la mitad de la luz, con lo que aumentaba la presión de la margen oeste, muy socavada. No se sabe si además del terraplén provisorio se hicieron gaviones ni si se abrieron las áreas taponadas para disminuir la presión del agua, pero los acontecimientos de este domingo muestran que los problemas derivados de esa falta de mantenimiento continuaron.

En una entrevista con LGPlay, el director de Vialidad destacó que esta nueva administración gubernamental lleva 120 días, con lo que dio a entender que están resolviendo problemas heredados en medio de un contexto muy negativo, marcado por alta inflación. No obstante, una parlamentaria opositora dijo que se presentaría un pedido de informes sobre los trabajos de reparación del año pasado. “Es evidente que el trabajo se hizo con precariedad y sin ninguna rigurosidad técnica”, reprochó la parlamentaria.

Correspondería que se delimiten responsabilidades sobre lo ocurrido y que, además de buscar que se ejecuten las obras necesarias para la reparación completa, se arbitren medidas para que esto no vuelva a ocurrir. Esto es, que el mantenimiento se realice en forma periódica con controles adecuados.