Para muchos, dormir es el momento de relajación, de apagar los motores y desconectarse. Sin embargo, para algunas personas, la hora del descanso puede ser una batalla entre el cansancio y la imposibilidad de conciliar el sueño. Sin embargo, algunos países y sus costumbres pueden ayudar a erradicar esta problemática.

Tener problemas para dormir puede ser desesperante. Esperar a que llegue el momento de descansar y cuando este se hace inminente no poder ni cerrar los ojos es algo un tanto agobiante. Pero esta situación puede aliviarse con diversas técnicas que pueden inducir un efecto calmante en el cuerpo, mejorar la calidad del descanso y facilitar el sueño.

Pablo Ferrero, experto en medicina del sueño y laboral y director del Instituto Ferrero de Neurología y Sueño recomienda algunas técnicas aplicadas en puntos diversos del mundo para mitigar las dificultades en el sueño.

Las costumbres del mundo para conciliar el sueño: infusiones, vapor y leche

Finlandia

Una costumbre finlandesa puede ayudar a reparar el sueño problemático. Antes de ir a dormir, establecerse en estos espacios no sólo tiene beneficios físicos, mentales y estéticos, permite entablar relaciones sociales y purificar el organismo, sino que también el calor del sauna ayuda a inducir el sueño.

Ferrero explica por qué estas cápsulas de madera llenas de vapor de agua y que atesoran una temperatura de hasta 100 grados celsius son beneficios para la salud del sueño. “El sauna permite que  “nuestros vasos sanguíneos se relajen y que aumente el flujo de la sangre sobre todo hacia las manos y los pies”, esto lleva a que la temperatura corporal descienda, lo que favorece el sueño, ya que para dormir “la temperatura corporal debe estar baja, entonces de esta manera se le indica al cerebro que llegó el momento del descanso”, finaliza el médico.

India

Una rutina muy difundida en la sociedad es también el truco de los hindúes para conciliar el sueño. Tomar té para los habitantes de este país. Sin embargo no se trata de cualquier infusión de este tipo, si no de una planta llamada ashwagandha, también conocida como ginseng indio. Se trata de una hierba medicinal utilizada desde hace años en la medicina ayurvédica.

Aunque se trata de una hierba poco común, esta puede conseguirse en comercios naturistas o herboristerías. Desde National Institutes of Health explican que esta infusión, y esta planta pueden mejorar el sueño, el estrés y la ansiedad, así como la función cognitiva. La entidad destaca que según algunos estudios, se destacó que tomar 600 mg de ashwagandha al día durante por lo menos 8 semanas, podría ayudar a contrarrestar la dificulta del sueño. Sin embargo antes de consumir un producto nuevo, es pertinente consultar con un médico.

Suecia

Otra costumbre difundida por el mundo es el habitual en las noches de los suecos. Así, antes de dormir los escandinavos consumen una bebida a base de leche y avena. Estos alimentos son fuentes de triptófano, un aminoácido que favorece la producción de melatonina, una hormona esencial para regular el ciclo del sueño y la vigilia.

El ritual de tomar leche vacuna caliente es un hábito recomendable de introducir en las rutinas de sueño. Según informes de Sleep Foundation, el consumo de leche caliente tiene relación con la mejora en la calidad de sueño. Las bebidas calientes ayudan a relajar los músculos y tranquilizar la mente. Según la investigación, aquellos adultos mayores de 65 años, que consumían leche tibia antes de acostarse y mantenían una rutina regular de ejercicio físico, experimentaban una mayor facilidad para conciliar el sueño en comparación con los que no seguían estas prácticas.

Inglaterra

La insignia de este país de Europa es el flamante té. Los expertos en esta infusión optan por consumirla para conciliar el sueño. El té que estos prefieren es el de manzanilla, utilizado desde tiempos ancestrales a modo de medicina para diversos cuidados del organismo.

La manzanilla dentro de sus virtuosas propiedades contiene apigenina, una sustancia antioxidante que impacta en los receptores del cerebro y genera somnolencia, reduce las probabilidades de tener insomnio y promueve la calidad del descanso. Esto puede constatarse con un estudio que demostró que las personas que ingirieron 270 miligramos de extracto de manzanilla tanto a la mañana como en la noche durante 28 días, tuvieron un tercio menos de interrupciones del sueño nocturno y lograron conciliarlo unos 15 minutos más rápido que aquellos que no lo consumieron el extracto.