FRANJA DE GAZA.- La guerra entre Israel y Hamas ha causado ya casi 30.000 muertos en la Franja de Gaza, bombardeada por el ejército israelí y amenazada de hambruna. Esta semana, los bombardeos israelíes apuntaron de nuevo contra Zeitun, en el norte del enclave, escenario también de combates callejeros, y contra Jan Yunis y Rafah, en el sur, según la agencia AFP. Los ataques se intensificaron, pese a que las partes negocian indirectas una nueva tregua.
Las agencias de la ONU denuncian que la hambruna en el norte de Gaza es “inminente” y que será “casi inevitable” en todo el enclave si no se actúa pronto. Ningún grupo humanitario ha podido ingresar a esa zona desde el 23 de enero, reportó France 24.
La guerra estalló el 7 de octubre, cuando milicianos de Hamas atacaron el sur de Israel y mataron a cerca de 1.160 personas, en su mayoría civiles. También secuestraron a unas 250 personas. De ellas, 130 siguen retenidas en el enclave, incluyendo 31 que estarían fallecidas. En noviembre, una tregua de una semana permitió que se canjearan unos 100 rehenes por 240 palestinos detenidos en Israel.
En respuesta al ataque del 7 de octubre, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre sobre Gaza, con gran costo de vidas, sobre todo de mujeres y menores de edad, según el Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamas desde 2007. Sólo en las últimas 24 horas murieron 76 personas, dijeron.
Tras casi cinco meses de guerra, Estados Unidos y Qatar, mediadores en el conflicto junto con Egipto, esperan lograr una tregua antes de que empiece el ramadán, el 10 o el 11 de marzo, que permita liberar a una parte de los 130 rehenes.
Según una fuente próxima a Hamas, catalogada como organización “terrorista” por Estados Unidos, Israel y la Unión Europea, el cese el fuego duraría seis semanas y se intercambiaría cada día un rehén por 10 palestinos detenido por Israel. Además, el movimiento islamista quiere que aumente la ayuda humanitaria destinada a Gaza.
El martes, el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Thani, y el presidente francés, Emmanuel Macron, reiteraron su voluntad de alcanzar “muy rápidamente un alto el fuego”.
El ministro de Relaciones Exteriores palestino, Riyad al Maliki, defendió ayer un gobierno “tecnocrático” sin la participación de Hamas para “detener esta guerra insensata”.
“Ahora no es el momento de un gobierno de coalición nacional”, dijo en Ginebra. Un ejecutivo con Hamas “(...) será boicoteado por varios países, como sucedió antes”, insistió el ministro, cuyo gobierno, que gobierna partes de Cisjordania, anunció el lunes su dimisión.
“Mi esperanza es que tengamos un alto el fuego para el próximo lunes”, dijo el presidente estadounidense, Joe Biden.
“Zona de muerte”
La guerra, según Naciones Unidas, es la más mortífera de los cinco conflictos que han enfrentado a Israel contra Hamas.
La ONU calcula que 2,2 millones de personas, es decir, la inmensa mayoría de la población, corre riesgo de hambruna, sobre todo en el norte. “Si nada cambia, una hambruna es inminente”, advirtió ante el Consejo de Seguridad de la ONU Carl Skau, director ejecutivo adjunto del Programa Mundial de Alimentos (PMA).